Durante la reunión, la grandeza de Dios, la oportunidad de cambiar,
El pasado martes, 5 de Julio, el Obispo Randal Brito comenzó una serie de visitas misioneras en Portugal. Su primer destino fue en la sucursal de O Porto, a donde regresó por primer vez después de 22 años. En esta reunión especial explicó que las obras que Dios podría hacer en nuestras vidas serían posibles si creemos en Él y en nosotros mismos.
Acompañado por el Obispo Felipe, encargado de la iglesia de O Porto, el Obispo Randal dio una orientación acerca de la Campaña de Israel. Destacó que no es suficiente con tan solo participar del sacrificio, sea monetario o espiritual, sino que debemos también creer en la grandeza de Dios. Continuó explicando que el Señor debería ser visto como Quien Él es, un Dios que puede sujetar todo el agua de la tierra en la palma de Su mano.
El Obispo también expresó que debemos creer en nosotros mismos. Somos hijos de Dios y el reflejo de Su imagen, por lo tanto, no podemos vernos como incapaces. En vez de eso, debemos vernos como descendientes de Abraham y con las bendiciones que le fueron prometidas a él.
La congregación se fue de la reunión renovada, fortalecida y seguros de sí mismos.
La segunda reunión, la cual fue presentada por el Obispo Carlos Rocha, tuvo lugar el miércoles, 6 de Julio en el Templo Mayor en Lisboa.
Durante la reunión se mencionó que las palabras que decimos demuestran quien somos. Lo mismo acontece con la Palabra de Dios; es Su forma de expresarse. Después, el Obispo Carlos Rocha, comparó la Palabra con un puente, porque mediante la Palabra, el Espíritu Santo pasa por nuestras vidas.
También contó la historia de Lot, el sobrino de Abraham, que mientras Lot honró y siguió los pasos (la fe inteligente, la fe sacrificial) de su tío, él fue bendecido. Sin embargo, hubo un momento en el que no estaban de acuerdo y se separaron. Después de eso, la vida de Lot fue acortada.
El Obispo Randal añadió que Lot fue probado después de separarse de Abraham, él pudo haberse negado a separarse pero no lo hizo. De la misma manera, hay muchos que visitaron el altar pero, por una razón u otra, se salieron de allí. Los que estaban presentes aquella noche tuvieron la oportunidad de cambiar su situación.
Conclusión, el Obispo Randal determinó que surgirán grandes testimonios de entre los que estaban presentes y serán evidentes por el mundo entero.
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