el Espíritu de Dios, obediencia a Dios,
De niños, todos teníamos cierto sentido de las normas que nos imponían nuestros padres, maestros o autoridades. Cuando no comprendemos el fundamento detrás de estas normas, el instinto inicial es que podemos hacer lo que nos plazca, lo que eventualmente nos causaría más daño que bien.
Pero ¿Podríamos vivir en un mundo sin normas? Pues bien, la verdad es que no. La declaración en sí podría ser sinónimo de oxímoron, puesto que “no obedecer ninguna norma” ya sería una norma a seguir.
Las normas son la esencia de todas las actividades que hacemos y que involucran a los demás. Si queremos vivir una vida feliz y segura, entonces hay normas a las que adherirse. Como por ejemplo, el deporte. Si no hubiera normas, todos podrían hacer lo quisieran para ganar. Esto eliminaría toda la diversión del deporte, y lo convertiría en algo insignificante. Un deporte sin normas no es un deporte.
Es necesario entender que probablemente si fuéramos los únicos seres vivos en el planeta, entonces, quizá, podríamos ir por ahí sin obedecer las normas, pero ese no es el caso. Y es por eso que se establecieron normas desde el principio de los tiempos para que podamos vivir felizmente.
Dios inculca obediencia a Su Palabra desde el principio para que podamos ser felices. Lo que muchos no saben es que las cosas horribles que vemos suceder en el mundo hoy en día, no son culpa de Dios, sino que es la culpa de la desobediencia de alguien.
Este fue el caso del primer Rey de Israel, Saul. Todo le iba bien mientras reinaba en obediencia a Dios, pero llegó un punto en el que puso sus propios intereses en primer lugar y desobedeció a Dios, llevándolo a perder lo que Dios le había dado, el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo era esencial para que un rey gobernara, para que tuviese la sabiduría de guiar al pueblo de Dios. Sin el, la gente se alejaría con el tiempo. Y como Saul no se arrepintió, Dios acabó eligiendo a un muchacho sin experiencia, a quien ni siquiera su padre veía como alguien potencial para ser un nuevo rey.
Sin embargo, Dios fue capaz de ver lo que había en el corazón de David, aunque David no sabía mucho, Él obedecía a Dios. Era un muchacho conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14) Y para ayudar a David, Dios le concedió el mejor regalo que se pueda recibir, ¡El Espíritu Santo!
Ahora David tenía justo lo que necesitaba para tener éxito como rey.
“Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante.” (1 Samuel 16:13)
Este domingo que viene estaremos haciendo lo que el Profeta Samuel hizo con David. Cuando usted llegue a la iglesia, recibirá la Unción con el Aceite del Cuerno, determinando que el Espíritu Santo también descenderá sobre usted como lo hizo con David. Él le dará la sabiduría que necesita para lograr una vida plena en la tierra.
Antes del domingo, le invitamos a examinarse a sí mismo y ver donde no le ha estado obedeciendo a Dios como debería. Al hacer esto, ya se estará preparando espiritualmente para recibir la unción el domingo y también el Espíritu de Dios.
Los que entienden la importancia de recibir el Espíritu Santo harán todo lo posible por recibirLo.
Participe de la reunión este domingo a las 12pm para recibir la unción con el aceite del Cuerno. Invite a alguien que usted piense que se pueda beneficiar de esta reunión especial.
Reunión: La Unción con el Aceite del Cuerno
Fecha y horario: Domingo a las 12 del mediodía (También a las 8:30am)
Lugar: en la Iglesia Universal de Finsbury Park
Más información: Llamar al 020 7686 6048 o enviar un WhatsApp al +44 7490 979661.
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