con mucha perseverancia, relación con Dios, sueños y objetivos,
Es conocido como el padre de la fe para muchos de nosotros, por sus experiencias, perseverancia y por su relación con Dios. No solo nos inspira, sino que también nos guía hacia la salvación eterna, que es lo más importante.
Hay muchas preguntas que nos vienen a la mente, tales como: ¿Cómo lo consiguió? ¿Qué lo motiva? ¿cómo pudo construir de la nada, experimentando rechazos y derrotas, una iglesia con millares de pastores, millares de seguidores en más de 200 países por todo el mundo?
Si no sabes las respuestas no te preocupes, los libros Nada que Perder 1 y 2 no solo contestan a estas preguntas, sino que te llevan a un viaje por la vida del Obispo Macedo.
Pero lo que más se destaca es el hecho de que el Obsipo Macedo es el primer testimonio del Centro de Ayuda, él predica lo que vive, y practica lo que enseña.
Incluso en momentos dificiles y sucesos chocantes en la vida del Obispo Macedo, todo cambió el día 9 de julio de 1977, cuando se realizó la primera reunión del Centro de Ayuda. Obviamente eso no sucedió en un abrir y cerrar de ojos, sino que con mucha perseverancia y fe, ocurrió lo imposible.
Vamos a recapitular y a viajar en el tiempo donde comenzó todo…
El obiso Edir Macedo Bezerra, nació el día 18 de febrero de 1945, él pasó sus primeros años de vida en una ciudad pequeña llamada Río de las Flores en Brasil, vivía con su madre, su padre y hermanos, y tuvo una educación católica.
Con 11 años, dejó sus estudios para ayudar a su padre en el trabajo, pero cuando cumplió 15 años, no solo volvió a los estudios sino que también fue un alumno excelente. Después de terminar la secundaria, fue a trabajar en una lotería local.
Con la ayuda y la persistencia de su madre Doña Eugenia Bezerra y después de una carrera de 10 años obtuvo un diploma por buenos servicios, sin mencionar que también estudió teología y matemáticas.
Con una vida llendo a su favor ¿Qué lo llevó a cambiar de trayecto? La verdad es que casi todos vosotros que estáis leyendo este artículo ya sabéis el por qué, ¿Pero os acordáis como ocurrió?….
“Cuando tenía 15 a´ños, un Viernes Santo fui arrastrado a encontrar a Dios. No a mi Jesús. Al Jesús muerto… fue una imagen chocante. Jesucristo, sangrando y orando en la cruz, no pude evitar hacerme la pregunta “¿Quien necesita más ayuda aquí, yo o él?”
Mi búsqueda por Dios continuó durante mi adolescencia, pero fue la cura del asma de mi hermana la que me alertó. (más información en el libro Nada que Perder 1)
En el momento que el Obispo decidió ser racional y profundizar sus conocimientos para saber que es ser cristiano, se abrió un mundo diferente, su mentalidad cambió y su nueva fe en Dios fue floreciendo día a día. Años más tarde, después de que el Obispo se casara con Doña Ester Eunice Rangel Bezerra el día 18 de diciembre de 1971, tuvieron 3 hijos: Cristiane, Viviane y el hijo adoptivo Moisés. ¿Sabías que lo que lo motivó a abrir el Centro de Ayuda fue su hija Viviane?
Seguramente piensas que contó con el apoyo de familiares y amigos, pero en realidad, fue todo lo contrario.
“Nandie creía en mi, excepto mi madre.”
“Muchos dijeron que yo no tenía ni las virtudes ni el talento para predicar, y la verdad es que si alguien oyera eso desistiría o se quedaría abatido, pero en vez de eso, me aferré a mi fe.”
Con la bendición del Obispo McAlister (su pastor de antes), el Obispo Macedo comenzó a hacer reuniones en un pequeño quiosco en el parque del Río de Janeiro. Su pasión era alcanzar a los necesitados, a los menos privilegiados que muchas veces eran excluidos por religiones establecidas.
Hoy el centro de ayuda está en más de 200 países y creciendo más todavía.
“Si estás esperando a que alguien crea en ti, te pido disculpas al decirte que nadie lo va a hacer. No cuentes con nadie, la única persona con la que puedes contar es con el Espíritu Santo.” Ob. Edir Macedo
Mi alegría y la de mis compañeros es ver la vida de las personas transformadas y que conozcan al Señor Jesucristo personalmente.
La historia de mi vida no es para presumir si no para inspirarte a conquistar todos tus sueños y objetivos, si yo lo conseguí, tú también puedes.
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