amar a Dios, de la misma manera,
Algo que pocas personas saben es que el amor y el odio se pueden aprender. Usted no nace amando, ni odiando a nadie ni a nada. La calidad de su relación con algo o alguien surge a través de las experiencias que tiene al interactuar con él/ella.
Por ejemplo, cuando una persona se interesa por una actividad, comienza a obtener información sobre ella. Aprenden y comienzan a ponerlo en práctica y, antes de darse cuenta, se vuelven buenos en eso. Por lo tanto, el amor por esta actividad solo crece a medida que pasa el tiempo.
El amor y el odio son elecciones. Una persona que elige mirar algo con buenos ojos busca información positiva sobre ello, quiere estar más cerca de ello, tiene buenas experiencias y está satisfecho con ello. Y esto funciona para todas las áreas de nuestras vidas.
Lo mismo sucede con la persona que dice que ya no ama a su pareja o que confiesa que no puede amar a Dios o le guarda rencor a alguien. La persona se centra únicamente en el informe negativo sobre esa persona, actividad o elemento. Eligen ver las cosas con malos ojos. Después de prolongar esta actitud durante mucho tiempo, se produce un disgusto.
Solo si esto se puede resolver, el amor regresa a la relación. Entonces, es realmente difícil decir que el amor realmente terminó … lo que debe haber sucedido es que usted dejó de mirar a su pareja con buenos ojos. Por lo tanto, en lugar de enfocarse en el lado negativo, comience a mirar sus virtudes, cualidades y recuerde los buenos tiempos.
El amor de Dios funciona de la misma manera. Para que una persona lo ame, debe recordar las cualidades del Todopoderoso y la información acerca de Él. Una persona tiene que buscarlo y pensar en Él todo el tiempo.
¿Por qué no hace este desafío? Comience a ver el lado bueno de las cosas y llénase de información positiva sobre Dios y las personas que le rodean. Deje a un lado el odio, los rencores, los prejuicios, la amargura o cualquier otro mal pensamiento o sentimiento.
Deixe um comentário