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Me gustaría hablar acerca de la importancia de tener un tiempo a solas para Dios. Para que seamos bellas a los ojos de él, necesitamos tener un tiempo para pensar, buscar y estar conectadas con Él.
Es como en un matrimonio: si tuviéramos un montón de responsabilidades y no sacáramos un tiempo para nuestro marido, tendremos problemas. Mi marido representa a Jesús, y si mi relación con él no está yendo bien, consecuentemente, mi relación con Jesús tampoco lo está.
Cuando no tengo tiempo para mi marido es porque no lo considero como una prioridad, y con Dios es lo mismo. Necesitamos ver dónde hemos desperdiciado nuestro tiempo y comenzar a invertir en aquello que realmente es importante. Si usted es viciada en Internet, televisión, revistas, Facebook, etc., ¡ahí está lo que roba su tiempo! Facebook consume mucho nuestro tiempo sin que nos demos cuenta, y normalmente no aporta nada a nuestra vida—es un verdadero desperdicio. ¿Y si usted usara ese tiempo para hablar con Dios?
Veinte minutos que usted pasa hablando con Dios, buscando saber cual es su voluntad para su vida, hará una diferencia enorme. El tiempo que usted gasta en Facebook normalmente no le añade nada, a no ser que esté leyendo cosas espirituales. Y aún así, eso no sustituye el tiempo que debemos invertir en nuestra relación con Dios.
Necesitamos estar conectadas con Él. Necesitamos parar para pensar en que podemos cambiar, identificar nuestros errores y fallos y pedir su dirección. De esta forma, estaremos fortaleciéndonos espiritualmente y haciéndonos mucho más bellas para Dios.
Es preciso vigilar y tener mucho cuidado. Debemos tener límites y saber cuáles son nuestras prioridades, pues nada sustituye nuestro momento con Dios.
Hasta la semana que viene, queridas.
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