Mi marido y yo no tuvimos la oportunidad de conocernos antes de casarnos, lo cual hizo que nuestra relación fuera frustrante, por no decir más. Pero, pedir consejo fue la clave para descubrir que los matrimonios concertados pueden funcionar. Cuando pusimos esto en práctica, aprendimos a amarnos profundamente.
Vani and Jay Chinapyel
Una buena salud es una buena vida
En el año 1995, supe que tenía insuficiencia circulatoria aguda (shock). Me frustré y siempre estaba desanimado. Me sentía agotado física y moralmente. Tener el UCKG de mi lado durante mi tratamiento fue algo que no tiene precio. Me ayudaron espiritualmente y a entender que estar enfermo no significaba que mi vida se tenía que detener. Desde entonces, pude completar la carrera de mis sueños, comenzar mi propia empresa y casarme. No soy millonario, pero soy feliz y no muchas personas pueden decir eso.
Victor Akutu
Un gran fututo, no exige un gran pasado
Después de tener dos matrimonios fracasados, una temporada de drogadicción y una familia desintegrada, no me podía imaginar la vida de otra manera que la rutina mundana que era. Por afuera, era la vida y el alma de cualquier fiesta, pero estaba amargada y no podía entender el por qué se había ocupado de mí una mano tan mala. Estaba deprimida y no me valoraba, pero no quería ser así. Quería algo más para mí misma y para mi hija, y el Centro de Ayuda me ayudó a figurar como hacer eso. Me habían decepcionado tantas veces antes que me costaba confiar en las personas, pero nunca desistieron de mí. Poco a poco, me desahogué y con el tiempo, las cosas cambiaron. El UCKG me ayudó a encontrarme a mí misma otra vez cuando me sentía perdida.
Lisa Zapata
“Mi vicio al alcohol puso mucha tensión en mi familia. ¡La última gota que colmó el vaso fue cuando Leah (mi novia de aquella) descubrió mis andadas con otras mujeres y me echó de casa! No podía dejar que mi relación de 12 años se echara a perder, pero había algo que me impedía demostrarle el amor a mi familia. Fue ahí donde me ayudó el UCKG. Me ayudaron a llegar a la raíz del por qué lidiaba con las cosas de aquella manera y me dieron consejos prácticos para cambiar. Ahora se cómo ser el mejor padre para mis hijos y marido para mi esposa.
Nixon de Abreu
“Recuerdo lo perdida que me sentía cuando llegué a casa para encontrar a mi ex marido rodeado de maletas. “Simplemente ya no te amo” me dijo. Aquellas palabras me persiguieron durante años. El día que decidí enfrentarme a lo más feo de la situación fue la clave para lidiar con el hecho de ser una divorciada a una edad tan temprana. El Centro de Ayuda me apoyó y, aunque me llevó tiempo para curarme, aprendí a amarme a mí misma otra vez. Disfruté de mi juventud, de la libertad y de mi soltería. Pero hoy, no solo soy una mujer nueva, sino que estoy felizmente casada.”
Sherene Changoo
“Ni reconocía lo viciado que estaba. Probé el éxtasis, ácido, cocaína y piedra, entre muchas otras. Caí en la cuenta cuando se murió mi madre. La noche después de su muerte, estaba totalmente descontrolado. El desánimo después me dejó en depresión profunda. Me recomendaron que fuera a terapia psicológica, rehabilitación y tomaba antidepresivos. Pero todavía me sentía incapaz de dejarlo. Fue ahí cuando el UCKG intervino. Me ayudaron a seguir adelante cuando sentía que deseaba desistir. Hoy, soy un ingeniero cualificado y ¡quiero que las personas sepan que hay la ayuda al alcance!”
Joseph Dyer