HUMILLADOS PARA LA GLORIA
Al contrario de lo que se piensa, Dios no es el responsable de nuestras desventuras. Por lo contrario, nosotros mismos recogemos los frutos de lo que sembramos. Cosechamos hoy lo que plantamos ayer; cosecharemos mañana lo que plantemos hoy.La compasión Divina, la gloria humana, se hace presente,