¿Buena suerte? ¿Mala suerte?…
Hay una historia china de un granjero de edad que tenía un caballo viejo para labrar sus campos. Un día, el caballo se escapó a las montañas y cuando los vecinos del granjero se compadecieron del señor por su mala suerte, el granjero respondió, “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?”hijos de Dios, por su buena suerte,