Socorro: Sufro con malos pensamientos

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Hola Cris, buen día. Me gustaría preguntarte: ¿cómo hacemos para liberarnos de los malos pensamientos? A veces es muy difícil contenerlos. Y me siento muy mal con eso. Le pido perdón a Dios por eso todos los días…pero, me siento sucia cuando eso sucede. Te admiro mucho. Gracias. Tú eres mi fuente de inspiración. Besos…Permanece con Dios.

Amiga, la primera cosa que debes entender sobre los malos pensamientos es que todos los tienen. Pero, no es porque todo el mundo sea alcanzado por los malos pensamientos que vamos a convivir con ellos como si fuesen parte de nuestra vida.

Como semillas, los malos pensamientos pueden dar frutos, pero eso solamente va a suceder si encuentran una mente de tierra fértil. Hoy en día, muchas cosas que aparentemente son inofensivas han sido el motivo de una conciencia ruin. Mira algunos ejemplos aquí abajo:

1. Programas de televisión, series, películas y novelas que alimentan malos pensamientos a través de escenas pesadas, mentiras, traiciones, falta de respeto, maldades, etc.
2. Música que alimenta los malos pensamientos en relación a una misma, al sexo opuesto e incluso al amor.
3. Conversaciones vanas, chismes, imágenes, desnudos que inducen a los malos pensamientos.
4. Comportamientos equivocados, malas palabras, discusiones, falta de respeto, aprovecharse de los demás, bailes funks e incluso maneras sexy de vestirse son algunas fuentes de malos pensamientos.
5. Seguir a ciertos famosos, blogueras y personas de las redes sociales también pueden suscitar malos pensamientos.

No es que tú no puedas escuchar música, mirar televisión, tener amistades; pero usa bien tu derecho a elegir.

“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen. Todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” (1 Corintios 6:12).

Un último consejo que va a hacer toda la diferencia: ¿Qué tal ocupar tu mente con los pensamientos de Dios? Quién se llena del bien, no tiene lugar para el mal.

1. Lee la Biblia.
2. Habla con Dios.
3. Participa de las reuniones de miércoles y domingo en la iglesia.
4. Haz amistades con personas que tengan el mismo objetivo espiritual que el tuyo.
5. Invierte en ayudar a las personas.
6. Presta más atención a tu interior que a tu exterior.

En la fe.

Cristiane Cardoso
cristianecardoso.com