¿Sabías que la mala postura afecta tu salud?

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¿Sabías que la mala postura afecta tu salud?

Cuando mucha gente piensa en ser saludable, se preocupan por hacer ejercicio y por comer bien, pero, pocas veces, nos dicen que consideremos nuestra postura. Toda una vida de mala postura puede afectar la calidad de vida como adulto. Muchos adultos con dolor crónico, el cual es el resultado de la mala postura, puede ser el resultado de años de malas costumbre o accidentes en la niñez. La mala postura puede limitar tus movimientos más tarde en la vida, conducirte a sufrir de problemas en la espalda, dolor en la mandíbula, reducir la capacidad de los pulmones, afectar el funcionamiento de tus intestinos, causar interferencias nerviosas y hacer que parezcas más mayor de lo que eres.

¿Cómo puedes mejorar tu postura?

Mantén el peso bajo y haz ejercicio con regularidad.

Compra un colchón bueno y firme, el cual soportará la columna.

Préstale atención a las lesiones, las cuales pueden causar anomalías en el crecimiento o que exijan adaptaciones de postura a la lesión. Cuando te sientas: Utiliza una silla con un soporte firme para tu lumbago. Mantén el escritorio o el mesado algo de acuerdo con tus codos, ajusta la silla o utiliza un reposapiés para no poner la presión en tus rodillas ni en la parte de atrás de tus piernas y mantén tus rodillas un poco más alto que tu cadera. Levántate y estírate con regularidad, de hora en hora si te sientas durante períodos largos de tiempo.

No te sientes en lugares desnivelados, puede causar un desequilibrio en las caderas.

Cuando trabajas con un ordenador: descansa un o dos minutos cada 20 minutos. Mantén la pantalla a 15 grados bajo el nivel de la vista. Pon los materiales de referencia que necesitas copiar en un stand cerca de la pantalla.

Cuando te sientas en el coche: Ajusta el asiento hacia delante para que tus rodillas estén más altas que tus caderas. Pon un cojín pequeño en la parte inferior de tu espalda.

Cuando duermes: Duerme de lado con tus rodillas dobladas y la cabeza apoyada en una almohada para nivelar tu cabeza con tu columna. O, duerme de espaldas, evitando almohadas gruesas bajo tu cabeza. O utiliza una almohada pequeña debajo de tu cuello. No duermas en tu estómago.

Cuando levantes algo: deja que tus piernas hagan el trabajo para prevenir lesiones en tu espalda inferior. Acércate al objeto, y si es posible, agáchate doblando las rodillas y separando las piernas, levanta el objeto poco a poco enderezando tus piernas al mismo tiempo que te levantas. Carga el objeto pegado a tu cuerpo.

Cuando te inclinas: nunca tuerza la cintura y te inclinas al mismo tiempo. Para agarrar algo del suelo, dobla las rodillas y mantén tu espalda derecha.

 

Sra. Claudia Brito

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