Palabra de Dios,
Sabemos que hay cuatro tipos de sangre: A, B, AB y O, pero ¿conoces el tuyo? ¿No lo sabes? Bueno deberías. Es importante porque esta información ayuda a la buena salud y es crucial en caso de emergencias.
Ahora, en el ámbito espiritual, hay diferentes tipos de fe, y también es importante que sepas cuál es el tuyo, porque revela la razón por la cual tu vida está como está.
Hay dos tipos de fe: la fe natural y la fe sobrenatural. ¿Conoces el tuyo?La Biblia nos dice en Hebreos 11: 1 que “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Esta es la descripción de la fe sobrenatural. Por lo tanto, la fe natural es el don que funciona según las circunstancias. Es la creencia de que cuando te subes a un autobús, llegarás a tu destino; que cuando siembras una semilla, crecerá. Cada vez que te levantas, usas tu fe natural porque crees que tus piernas podrán soportar tu peso. Está tan arraigado en ti que lo haces de forma natural. Esta es la fe natural con la que naciste.
Aquellos que viven por la fe natural ven sus problemas de abajo hacia arriba, mientras que aquellos que viven por la fe sobrenatural tienen una visión diferente; miran sus obstáculos desde la vista de un pájaro. Quienes visualizan a través de la fe natural obtienen resultados naturales, pero quienes viven por la fe sobrenatural logran resultados sobrenaturales.
Para que puedas conocer tu tipo de fe, debes evaluar el tipo de resultados que hsa estado obteniendo. A diferencia de la fe natural, la fe sobrenatural necesita ser adquirida. Es el tipo de fe que salva, libera y mueve montañas, y para poseerla debes practicar esto: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17).
La palabra hebrea de “escuchar” es “shema”. No solo significa escuchar o oír, sino que es escuchar y hacer. Según los términos de Dios, esto significa escuchar y obedecer. El acto que acompaña al oído es la prueba de escuchar la palabra de Dios y los dos no pueden separarse.
Quizás hasta este momento, has estado viviendo tu vida usando la fe natural, pero has llegado a un cruce. Un camino te lleva a la fe sobrenatural y el otro, a la fe natural. Un camino permite que escuches y obedezcas y el otro, que solo escuches. La decisión es tuya.
Obispo Alvaro Lima
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