Dios hace una promesa a quienes le sirven, una promesa de hacer una diferencia en la vida de sus siervos. Sin embargo, para entender esto, es importante primero apreciar lo que significa servirle.
Servir a Dios significa simplemente tenerlo en cuenta y considerarlo en todo lo que usted hace, permanecer fiel a Su Palabra y vivir una vida que Lo honre. Antes de comenzar un nuevo trabajo, entablar una relación o mudarse a un nuevo hogar, ¿hable con Dios al respecto? ¿Pídale que le muestre cuáles decisiones debería tomar? Ser un siervo de Dios significa buscar Su guía y seguir adelante con lo que Él sabe que es mejor para su vida.
“Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.” (Juan 12:26).
La diferencia de la que hablamos es de la presencia del Espíritu Santo en el interior de Sus siervos, Dios les dará a Sus siervos todo lo que necesitan, y con el Espíritu Santo hay abundancia de gozo. Cuando Dios pone Su presencia en usted, hay una fuente que fluye y apaga su sed. Servir a Dios es llevar una vida feliz, esto no significa que será un viaje tranquilo, pero sí significa que Dios proveerá para usted y que, como Su siervo, nada le faltará jamás.
¿Quiere ser siervo de Dios? ¿Un siervo que lo sigue por lo que es y no solo por lo que puede obtener a cambio? Nuestra reuniones de las 12 del mediodía del domingo (también a las 8:30am) tienen como objetivo ayudar a las personas a conectarse con Dios, capacitar a las personas y enseñarles cómo usar su fe para lograr lo que necesitan en sus vidas.
Si desea convertirse en un siervo de Dios, podemos guiarlo y ayudarlo en este camino. Para obtener más información sobre la Iglesia Universal y lo que hacemos, puede llamarnos al 020 7686 6048 o enviarnos un WhatsApp al 07490 979661.
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