¿Qué has hecho con tu fe?

ejercitar nuestra fe, el problema es que, la vida que quieres vivir, usar su potencial,

Ningún ser viviente, sea fuerte o inteligente, es capaz de tomar una actitud mientras duerme. De la misma manera, ninguna máquina, por muy poderosa que sea, puede funcionar cuando está apagada. Cuando las personas y las máquinas están inactivas, sus funciones no pueden cumplir con sus labores, no importa lo natural o simple que sean. El atontamiento o la falta de energía los hace f´rágiles, vulnerables, inoperables e inútiles. Lo mismo pasa cuando la fe está dormida. No sirve de nada, y exista o no, no hará la diferencia.

¿De qué sirve tener un poder si no se utiliza? ¿O tener algo que no funciona bien? ¿De qué sirve tener si no se hace nada con lo que tienes?

Nosotros podemos lograr todo lo que queremos y necesitamos cuando utilizamos la fe, Dios no solo nos anima para que la usemos sino que nos da todo lo que necesitamos en Su palabra para despertarla.Él nos guía a través de Sus mandamientos, consejos, exhortaciones y promesas; Él nos dio las herramientas para que podamos trabajar, ej. la oración, los diezmos, el ayuno, las ofrendas y los votos, y también nos ha dejado ejemplos a seguir, ej. las actitudes de los héroes de la fe y los resultados que tuvieron. Todas estas cosas incentivan nuestra fe porque nos insta y nos anima a hacer algo con lo que se ha propuesto o enseñado.

La fe debe estar despierta para servir su propósito, así como los seres vivientes necesitan estar despiertos para usar su potencial total, y las máquinas deben estár encendidas para que funcionen.

No es con palabras ni sabiendo lo que se necesita hacer que vamos a ejercitar nuestra fe, sino tomando actitudes. Si no actuas, tu fe permanece dormida e inútil, no produce resultados. Las caracterísitcas principales de una persona que está dormida es pasividad, y la característica principal de una persona que está despierta es actividad.

Quizás te hayas quejado a Dios por no darte esto o lo otro, cuando, de hecho, Él te dio todas las condiciones que necesitas para lograr lo que quieras y estas condiciones están en tu fe.

El problema no es lo que Dios te halla o no te halla dado, el problema es que no estás utilizando lo que Él ya te ha dado. ¿Qué has hecho con tu fe? La fe es un don de Dios para cada uno de nosotros, pero depende de nosotros hacer buen uso de ella o simplemente dejar que se llene de polvo.

Mientras tu fe esté dormida, tu victoria estará en un sueño profundo pero si despiertas tu fe también despertarás la vida que quieres vivir.

Obispo Macedo
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