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¿Qué es lo que más te gusta hacer? (1ª Parte)

la Obra de Dios, para servir a Dios, poder de la decisión,

¿Qué es lo que más te gusta hacer? (1ª Parte)

Las cosas que más nos gustan nos traen satisfacción personal, nos hacen sentir seguros, capaces y hasta auto suficientes, pero, debido a esta satisfacción, podemos correr el riesgo de darnos “honor” a nosotros mismos. Vamos a dar algunos ejemplos:

Cuando aconsejamos a las personas y les tendemos una mano conforme a sus necesidades y, resolvemos los problemas que tenemos en casa con nuestro marido, etc.… todo lo que se relaciona con lo que nos gusta, incluyendo la obra de Dios, se puede convertir en algo malo para nosotros.

La mayor señal de que estamos buscando nuestro propio honor es cuando ya no dependemos de Dios. Hacemos la obra de Dios, nos aferramos a un trabajo, podemos hasta dar nuestro todo en todo lo que hacemos, pero en lo más profundo, de una manera muy sutil, servimos nuestro ego.

El hecho de que somos limpios, organizados, inteligentes, eficientes, o que resolvemos las cosas rápido, también puede ser una razón por la que nos glorifiquemos a nosotros mismos.

Hacemos cosas para satisfacernos a nosotros mismos y no para servir a Dios. Este error nos hace sentir capaces y, superior a todos y a todo. Nos ponemos en el puesto de un líder porque nos vemos como que somos los únicos capaces. Por estas razones, todo lo que nos gusta hacer puede ser una trampa, incluyendo un puesto o un título que tengamos.

Muchas veces, las personas están tristes cuando se les quita responsabilidades, porque las responsabilidades estaban alimentando su orgullo. O, cuando están en la posición de dar órdenes, cuando tienen el poder de la decisión que se le ha otorgado, o cuando son la persona “principal” en su área, o la más popular en su región o iglesia, o incluso porque todos quieren estar cerca de ellos, ¡todo lo que les gusta se puede volver en contra de ellos!

El orgullo puede aumentar en cualquier y en todo lo que te puedes imaginar. ¡Todo!

Porque buscar nuestra propia gloria es nuestra naturaleza humana, al final de todo y en todo.

 Y aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban. Entonces el Señor dijo: No contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne(Génesis 6: 1-3)

 Continuaremos la próxima semana

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