¿Por qué no recibo el Espíritu Santo?

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¿Por qué no recibo el Espíritu Santo?“Mas mi justo vivirá por la fe.” (Hebreos 10:38)

Apartir del momento que decidimos seguir a Jesús, todo, absolutamente TODO – de lo que adquirimos es y debería ser por la FE. Me refiero a la fe de Abraham, la cual domina cualquier tipo de emoción, y actúa con la razón o la inteligencia.

Abraham no sacrificó a Isaac movido por una fe “emocional” sino por una fe completamente “desnuda” de emoción y “vestida” con inteligencia, puesto que Él que prometió recompensarte nunca se fue, no se va a ir ni dejará de cumplir Sus promesas (Hebreos 10.23). Por esta razón Dios “ordenó” que mirásemos a Abraham.

“Mirad a Abraham, vuestro padre (por la fe)” (Isaías 51.2)

La razón por la que muchos no reciben el Espíritu Santo, a pesar de ser la voluntad incontenible de Dios, es porque hay mucha emoción en el momento de buscarLo. Algunos parece que están suplicando, gimiendo demasiado, y tratando de “conmover el corazón de Dios”. El resultado: ¡nunca Lo reciben! El Espíritu Santo se “conquista” por la fe, como todo lo demás en nuestras vidas.

Cuando quieres utilizar un cheque para sacar algo de dinero de tu cuenta de banco, y sabes que tienes suficiente dinero en esta cuenta, no tienes porque “suplicarle” al cajero para que te de dinero. Simplemente pones el cheque sobre el mostrador, presentas un carnet de identidad (si es necesario) y  el empleado te da el dinero. ¡Hecho! Sin ninguna emoción y sin tener que convencer al empleado para que de lo que te pertenece.

¡El Espíritu Santo es una promesa y una profecía! Dios quiere darte Su Espíritu. ¿Tienes alguna duda? ¿Qué más necesitamos aparte de la fe para que se cumpla esta promesa y profecía? Entonces, cuando el hombre o la mujer de Dios dice desde el Altar, “Recibe el Espíritu Santo”, por la FE, ¡RecíbeLo!

Obispo Randal Brito

 

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