De vez en cuando, tienes que detenerte y preguntarte: “¿Por qué vengo a la iglesia?” La gente viene por muchas razones, pero no muchas reflexionan sobre el “por qué”. Sin embargo, tenemos que pensar sobre ello en algún momento. Tenemos que entender que todo en nuestra vida es el resultado de la palabra de Dios en nosotros o la falta de ella. Alguien que no tiene la palabra de Dios en sí es alguien que habla palabras de despecho, mentira e ira; son las personas que buscan venganza.
“Sé que sois descendientes de Abraham; y sin embargo, procuráis matarme porque mi palabra no tiene cabida en vosotros.” (Juan 8:37)
Jesús le dijo a las personas que si la Palabra de Dios, que Él había compartido con ellos, estuviera dentro de ellos, no buscarían matarlo. Cuando la palabra de Dios está dentro de una persona, la forma en que habla y vive su vida lo refleja. Hay personas que reciben la verdad en la iglesia pero se niegan a vivir esta verdad y tratan de crear su propia versión de la verdad, porque la Palabra de Dios no tiene lugar dentro de ellos.
Si tenemos la Palabra de Dios en nosotros, es posible que no recordemos todo, palabra por palabra, pero recordamos los principios y los colocamos en práctica. De esta manera, no solo conoceremos la Palabra, sino que también la viviremos. Intentamos encontrar formas en las que nuestra vida pueda reflejar nuestra obediencia a Dios. Por lo tanto, sea lo que sea que estemos haciendo a lo largo de nuestro día, siempre estamos pensando en formas en las que podemos vivir de la manera que Dios quiere que vivamos.
“Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito”. (Josué 1:7-8)
La Palabra de Dios debe estar en nuestra boca y en nuestra mente. Las palabras que pronunciemos deben reflejar honestidad e integridad. Debemos ser alguien digno de confianza y que cumpla su palabra. Cuando la Palabra de Dios está en nuestros labios, entonces no habrá lugar para malas palabras, juramentos, mentiras y engaños. Nos permitirá vivir de una manera que Le agrade. Cuando la palabra de Dios está dentro de una persona, ella no quiere defraudar a Dios, sino honrarlo.
¿Quieres aprender a obtener la palabra de Dios dentro de ti? Ven y únete a nuestras reuniones. Nuestras reuniones de domingos a las 12pm, tienen como objetivo ayudar a las personas a conectarse con Dios, fortalecer a las personas y enseñarles a usar su fe para lograr lo que quieren en sus vidas. Para más información, llámanos al 020 7686 6048, o envíenos un WhatsApp al 07490 979661.
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