Poco dispuesta

disposición de estudiar, en el mismo lugar, hablar con Dios, mi propia salud,

 

Poco dispuesta

¿Cuántas veces has escuchado a alguien o leído algo de que para tener un cuerpo saludable, necesitas comer saludable y dejar de ser perezosa? Me imagino que miles de veces, ¿verdad? ¿Te ayudó? No a muchas mujeres – incluido yo misma. Hasta que esa falda que me encanta no me quede y luego tengo que hacer algo por mi peso urgentemente… como si mi falda fuera más importante que mi propia salud. L No lo es, pero es así como lo trato… y yo no estoy sola en esta lucha, casi todas mis amigas están en la misma situación, viviendo de dietas. Especialmente después de los treinta cuando las cosas se complican.

No, no estoy a dieta. Después de recibir varios tipos de chocolates y de no querer tentar a mis amigas, los comí todos, puse un par de kilos y me está volviendo loca, a mi y a mi armario. Pero me lo merezco, esto es lo que consigo por no controlarme.

Borré de mi menú algunas comidas deliciosas y ahora, (desde hace una semana y media más o menos), estoy comiendo más saludable… los resultados todavía son pequeños, unos cuantos gramos por día, pero lo voy a conseguir. También he hecho ejercicio tres veces a la semana (esto lo llevo haciendo desde hace unas cuantas semanas), lo cual ha prevenido el dolor muscular que antes era algo más regular. Y ahora te voy a contar el secreto de todo esto:

Quiera o no quiera.

Mientras esperaba que llegase el día en el que querría comenzar a tomar mi peso en serio, solo lo aumenté… porque la verdad es que la disposición de hacer las cosas que tenemos que hacer, casi nunca llega – ¿Te diste cuenta?

La disposición de tener costumbres saludables

La disposición de despertar temprano

La disposición de irse a dormir temprano

La disposición de estudiar

La disposición de pedir perdón

La disposición de apreciar

La disposición de meditar en la Biblia

La disposición de hablar con Dios

La disposición de ir a la iglesia

La lista sigue…

Si hubiera esperado a tener la disposición para hacer estas cosas, no sería la Cris que conoces hoy. Desafortunadamente, nuestra voluntad siempre se inclina por lo que no es bueno… y como puedes ver, las personas que viven haciendo lo que sienten no miden las consecuencias y acaban pagando un precio alto por ello.

No se disponen a olvidar al ex novio y por lo tanto, no pueden olvidarse de él…

No tienen la voluntad de aplicarse un poco más y aprender lo que no saben, por eso siempre están limitadas…

No se disponen a enfrentarse a sus miedos, y así siempre están en el mismo lugar, haciendo lo mismo de siempre…

Mrs. Cristiane Cardoso
cristianecardoso.com/es

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