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Pisoteé mi corazón

Espíritu Santo, Palabra de Dios, un matrimonio feliz, viviendo mi sueño,

heartbroken nanda inTodavía era joven cuando se me dio por pensar…”Nunca me voy a casar.” Le decía esto a todo el mundo pero nadie entendía por qué; después de todo, la mayoría de las niñas y jovencitas tienen este sueño, pero este no era mi caso.

Creo que tuvo mucho que ver con los ejemplo que he tenido…

Sin embargo, esta mentalidad cambió cuando nací de Dios. Tener un matrimonio feliz se convirtió en mi sueño, mi meta y mi objetivo.

Estaba saliendo con Junior, pero él no quería seguir el mismo camino que yo. Yo quería a Jesús y él quería el mundo. Mi corazón gritaba, pateaba, no lo aceptaba y decía que cambiaría después de casados, pero mi mente y la Palabra de Dios van juntas e indicaban totalmente lo contrario.

Pisoteé mi corazón y me hizo llorar mucho, pero continué firme con mis ojos puestos en mi meta. Sacrifiqué en la Campaña de Israel, pero también tenía que tomar una actitud… decidí dejar a Junior y acabé dándole un ultimátum: Jesús o el mundo. Si elegía a Jesús, permaneceríamos juntos; si elegía el mundo, era hora de decir adiós. Esa decisión fue dolorosa, porque nunca sabes lo que va a pasar.

Mi cunada mas joven hizo algo similar y el muchacho escogio el mundo (No te preocupes, nuestro Dios es fiel y ella ya ha sido bendecida. Si ella me lo permite, compartiré su historia uno de estos días.) Junior decidió cambiar, y ¡hoy estamos juntos y estoy viviendo mi sueño!

No fue fácil. Tuve que sacrificar en todos los sentidos, de hecho, todavía lo hago diariamente. Casarse es fácil, mantener un matrimonio feliz es difícil, pero mis ojos están puestos en mi meta.

Nanda Bezerra
nandabezerra.com/es

 

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