el primer paso, es muy difícil, un minuto más,
Si el orgullo ya le es un problema estando soltera, entonces usted necesita cambiar—y rápido. Sino le arruinará su matrimonio.Y si hay una cosa que impide que muchas mujeres sean felices, estén casadas o solteras, es aquella absurda manía de decir: “¿Por qué no cambias tú primero, eh???”
Siempre tenemos esa manía de pensar que los demás son los que tienen que cambiar primero, ¿y sabes lo que pasa? ¡No cambia nada! Si usted ha esperado que la otra persona cambie, entonces lo mejor es que espere sentada en una silla confortable para no cansarse. Un bello día me di cuenta que no podía ser aquella persona que “no da el brazo a torcer”, y desde entonces sólo he visto resultados positivos.
Si la persona no da el primer paso, entonces yo lo doy. Si no pide disculpas, yo las pido. Si no se acerca, yo me acerco. Si no habla, yo hablo. Y el orgullo que vaya lo más lejos posible. Piense un poquito. ¿Tiene sentido quedar esperando que los demás hagan aquello que nosotros podemos hacer?
Claro que la mayoría de la veces no es tan fácil como parece. Hubo momentos en que tuve que orar mucho para tener fuerzas, pues nuestra carne no quiere someterse, pero puedo decir a sin miedo a equivocarme que siempre valió la pena.
¿Y sabe donde eso más acontece? En el matrimonio. Y es ahí que viene el peligro. Por eso, no deje este peligro permanecer en usted ni un minuto más. ¿Que tal quitar probar? No es fácil, pero después parece como si un peso saliese de nosotros.
Sugiero que usted misma se dé unas tareas que la hagan tomar actitudes que expulsen el orgullo de su vida y vaya para lo más profundo del infierno pues es de allá que él viene.
“Ay, Nanda, me siento humillada, es muy difícil…”
Mejor aún, querida. No deje que eso la impida de conquistar. Tome una actitud y ya verá los resultados.
Después me cuente si mereció la pena.
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