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Non bis in ídem

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Probablemente hayas oído hablar acerca del ‘Non bis in ídem’. Inclusive ya hay una película  con este nombre. De todos modos, por si no lo sabes, aquí está el significado en pocas palabras:

“Non bis in ídem es un derecho fundamental reconocido por la constitución que prohíbe que un acusado sea enjuiciado una segunda vez por el mismo crimen.

La idea detrás de esto es: Si has sido enjuiciado y te han encontrado inocente (o culpable), no se puede enjuiciar el mismo crimen otra vez.

Trayendo este principio a nuestra vida espiritual, ¿No es así como trabaja el diablo?

El intenta acusarte de algo que hiciste en el pasado y de lo que ya has sido absuelto cuando te arrepentiste.

Él siempre te recuerda del pasado para ver si vuelves a tus viejas costumbres. Usa palabras como “En realidad, nunca has cambiado”, “en el fondo sigues siendo igual”, “Dios no te ha perdonado”, etc.

El trata de hacer que el sacrificio hecho en la cruz sea inútil y por eso es que no puedes permitirle vencer.

¡Todas las veces que el diablo te recuerde acerca de tu pasado, recuérdale su futuro!

Si te has arrepentido con toda sinceridad y te has alejado de tu pasado, tienes la oportunidad de comenzar de nuevo.

“Las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad!(Lamentaciones 3:22,23)

Ahora, que sepas que ‘Non bis in ídem’ ha sido permitido en Inglaterra y en Gales desde la Ley de justicia criminal de 2003.

Significa que se puede dar la orden de un nuevo juicio cuando hay nuevas evidencias que sean convincentes.  Esto entró en vigor en el 2005 y al menos 2 personas han sido posteriormente condenadas por crímenes de los que habían sido previamente absueltos.

Espiritualmente hablando, esto significa que si tú, en vez de arrepentirte de tus pecados, solo te sentiste mal y con remordimientos de tus errores cometidos, todavía puedes ser condenado por tu ‘crimen’.

El sacrificio en la cruz funciona para aquellos que reconocen sus errores, los odian y cambian sus caminos. Si esa así, no habrá manera de que vuelvas a intentarlo otra vez.

Que Dios te bendiga.

Ob. Celso Junior

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