de forma diferente, dentro de mí,
Un poquito de celos no le hace mal a nadie, por lo contrario, es normal y necesario, porque si tenemos celos por nuestras cosas personales, ¿cómo no tener celos de quien amamos? El problema es cuando los celos son demasiados y tú comienzas a generar otros problemas debido a ellos.
Recuerdo cuando tenía crisis de celos. Nadie en mi familia ni entre mis amigas lo sabía. Todo estaba atrapado dentro de mí. Lo miraba a Renato sonriendo y bromeando con mis amigas y aquello comenzaba a darme un nudo en la barriga… ¿Él se va a enamorar de ellas? ¿Pensará en ellas cuando estamos juntos? Cuanto más pensaba en las posibilidades de lo que podría estar pasando, más me enojaba con él, hasta que llegaba la hora de explotar. Eso duró muchos años, hasta que salí de mi capullo.
Una persona solo tiene celos exagerados en una relación cuando se siente inferior a los demás. Era así que yo me veía, inferior a mi marido. Él era el sol de mi planeta, mi vida giraba alrededor de él. Recién cuando logré verme y reconocer mi valor, fue que entendí que nadie podría sacarme mi lugar.
Mientras te sientas inferior, cualquier cosa o persona es capaz de tomar tu lugar en el mundo. Y con ese miedo dentro de ti, la única manera de protegerte es tener ataque de celos – gritar, enfadarte, hacer escenitas – cualquier cosa que llame la atención hacia ti, el ser más pequeño del área…
Cuando te ves de forma diferente, ya no necesitas llamar la atención, porque tú ya llamas la atención. La mujer segura de sí misma es atractiva no solo porque ella logra valorarse, sino también porque ella logra ser lo mejor de sí misma.
Sal de tu capullo y muéstrales a todos la mariposa que eres. Y en caso de que tu pareja realmente quiera traicionarte, quien estará perdiendo es él.
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