amistades y relaciones, nuestro mayor problema, todo el mundo tiene problemas,
Todo el mundo tiene problemas, sea quien sea. Hombre, mujer, casada, soltera, rica, pobre, con estudios, anafalbeto, popular, desconocida, todo el mundo tiene problemas. No podemos engañarnos pensando que los problemas sólo vienen sobre unos pocos.
No es porque una persona es admirada que ella no tiene problemas, por el contrario, mientras más problemas ella tiene, más oportunidades ella tiene de ser admirada porque son los problemas que la convierten en una persona fuerte, determinada, y respetada.
Pero yo no estoy aquí diciendo que es bueno tener problemas – a nadie le gusta ni quiere tener problemas, pero necesitamos aprender a lidiar con ellos porque cuando no sabemos, nos convertimos en un problema. Y aquí está el mayor problema de todo ser humano, principalmente nuestro, mujeres
Si todos tiene problemas entonces, ¿ por qué algunos los superan y otros no?
La forma en la que reaccionamos a nuestros problemas va a determinar si vamos a superarlos o no. Y ese es el mayor problema de la mujer, nuestro mayor problema.
Nosotras mujeres somos muy fuertes, conseguimos abarcar muchas cosas al mismo tiempo, vemos los problemas desde lejos, y vemos lo que muchas veces los hombres no consiguen ver pero tenemos un agravante… somos muy sentimentales y eso además de no ayudarnos con los problemas, nos hace problemáticas.
Nuestro sentimentalismo nos hace más sensibles a lo que vemos, sentimos, tocamos, y oímos – y eso nos debilita y acaba con nuestras relaciones…
Adivinamos lo que los otros están pensando de nosotras.
Buscamos la aprobación de los demás.
Queremos las lástima de los demás.
Nos sentimos mal entendidas y desvalorizadas.
Revivimos experiencias malas.
Nos cerramos para nuevas amistades y relaciones.
Nos hacemos amargadas con la vida.
Nos preocupamos con nuestra apariencia.
Queremos mostrar y probar para los demás lo que pensamos que va a darnos valor.
Somos carentes de atención.
Somos inseguras sobre nosotras mismas y nos comparamos con otras mujeres.
Nos escondemos para que no equivocarnos de nuevo.
Nos anulamos para no ser malinterpretadas
Y esa lista continúa…
Todo eso viene de las emociones. Voy a mostrarle como es esa lista cuando estamos en espíritu:
No nos importamos con lo que los demás piensen de nosotras.
No necesitamos de la aprobación de los demás.
No queremos pena de nadie.
No necesitamos ser comprendidas o valoradas para ser quienes somos.
Decidimos acordarnos de buenas experiencias y olvidar las malas.
Siempre estamos abiertas a nuevas amistades y relaciones.
Somos personas agradables independiente de nuestros problemas.
Nos cuidamos pero no nos preocupamos con nuestra apariencia.
No necesitamos mostrar ni probar para los demás nada.
No somos carentes de atención.
Somos seguras de nosotras mismas y no nos comparamos con otras mujeres.
No tenemos miedo de equivocarnos.
Somos quienes somos.
Pero, ¿cómo Cris? ¿Cómo no ser tan sentimental? ¿Cómo estar segura de mi misma hasta el punto de no depender de los demás para sentirme mejor conmigo misma?
En el post de mañana, voy a enseñar lo que he hecho y continúo haciendo para mantenerme alejada de mis sentimientos. ¡No se lo pierda!
En la fe.
Cristiane Cardoso
cristianecardoso/es
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