Algunos están acostumbrados a quejarse. Otros se acostumbraron a la pobreza, viviendo de donaciones. Hay comerciantes que se han acostumbrado a tener pocos clientes, entre otros ejemplos.

Hubo un tiempo en el ministerio del Señor Jesús en el que se encontró con un hombre en esta situación: paralizado durante 38 años y esperando que otros cambiaran su vida (lea Juan 5: 2-9). No era de extrañar que hubiera estado viviendo en la misma situación durante tanto tiempo.

 Si analizamos este pasaje, veremos que da 3 consejos para que la vida financiera de cualquiera avance.

 Deje de esperar

Muchas personas tienen este mal hábito: esperan que suceda algo, que alguien les ayude, que les dé una oportunidad de oro, esperan que el milagro caiga del cielo algún día.

Pero no puede ser así, ver su cuenta en rojo tiene que molestarle. En lugar de esperar, actúe, no acepte la situación, ore, haga su parte y no se siente y esperes a que suceda algo.

 Levántese

Eso significa dejar de pensar a pequeña escala. No piense más que usted no puede, no es capaz. Su visión y su mente deben ser positivas.

Nunca más vuelva a sentir lástima por sí mismo, encienda su fe, su confianza, su certeza, su esperanza. No dude de lo que Dios puede hacer con usted o por usted.

 Avance

¡Eso significa ACCIÓN! ¿Quiere montar una empresa? Busque un lugar para arrendar o alquilar, haga la propuesta para adquirirlo. Nada caerá del cielo, después de todo, el 50% del milagro depende de su actitud.

Busque la sabiduría de Dios y Él lo fortalecerá porque Su Espíritu levanta a los débiles o temerosos y los fortalece. ¿Qué mal hábito tiene que le está frenando? Es tiempo de un cambio.

Para obtener más consejos sobre cómo tener éxito en sus finanzas, asista a nuestras reuniones para el éxito financiero todos los lunes en la Iglesia Universal de Finsbury Park (7am, 12pm, 4:30pm o 7:30pm).