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Los diezmistas tienen que…

fidelidad a Dios, vida en abundancia,

…. ser como águilas

Eagel-in

La próxima semana, consagraremos a los dizmistas de una manera muy especial puesto que será la primera consagración del segundo semestre del 2013 y es hora de tomar posesión de las bendiciones que hemos escuchado y visualizado.

Te animamos a poner a Dios a prueba y que durante este mes de Julio des el diezmo de la cantidad que  crees que mereces ganar por tu trabajo duro, perseverancia y fidelidad a Dios.

Por eso vas a traer tu foto junto con tu diezmo, la cual llevaremos a la cima del Monte Nebo, el mismo lugar donde Dios llevó a Moisés y le mostró toda la tierra que los Israelitas irían a poseer.

Los diezmistas tienen que ser como águilas, nunca deben perder la fuerza ni la visión de volar alto.

“Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40:31)

Hice un estudio acerca de las águilas (ya que la Biblia se refiere a ellas) y encontré muchas cosas interesantes que podemos aprender de ellas:

 

1. Las águilas tienen visión

Los ojos de un águila tienen millones de células sensibles a la luz por cada milímetro cuadrado de retina, cinco veces más que los 200,000 de un humano. Mientras que los humanos tan solo ven tres colores básicos, las águilas pueden ver cinco. Esto hace que las águilas tengan una visión extremadamente sagaz y las capacita a divisar cualquier presa camuflada desde muy lejos. De hecho, ¡la visión de un águila es una de las más agudas entre todos los animales y las investigaciones muestran que un águila puede ver a un animal del tamaño de un conejo desde hasta más de 3Km de distancia!

De la misma manera, los diezmistas pueden ver oportunidades que otros no pueden.

 

2. Las águilas vuelan con águilas

No hay ningún otro pájaro que vuele tan alto como el águila, solo otras águilas. Esto significa que lo que tú puedes lograr como diezmista, la prosperidad que Dios te da y la vida en abundancia que el Señor Jesús prometió, solo la pueden lograr otros diezmistas que estén en la misma fe.

3. A las águilas le encantan la tormenta

Cuando se forman las nubes, las águilas se emocionan. Utilizan el viento de la tormenta para alzarlas más alto. Una vez que encuentran el viento de la tormenta, utilizan la tormenta embravecida para llevarlas por encima de las nubes. Esto les da la oportunidad de fluir con el viento y así descansar sus alas. Mientras que otros pájaros se esconden en las hojas y en las ramas de los árboles.

Podemos utilizar las tormentas de la vida para llevarnos a alturas más altas. Los diezmistas se deleitan en los desafíos y los usan de manera productiva.

4. Las águilas no comen animales muertos. Se alimentan de presas frescas.

Los diezmistas no se la pasan hablando de lo que Dios hizo por ellos en el pasado sino que conquistan bendiciones nuevas todos los días porque siempre se desafían a sí mismos para conseguir más y más, ya que su visión los capacita a divisar nuevas oportunidades.

Recuerda: los buitres comen animales muertos, las águilas no.

5. Las águilas no temen

Un águila nunca se entrega ante el tamaño o la fuerza de su presa. Siempre se enfrenta para conseguir a su presa o para reconquistar su territorio.

A un diezmista no le importa el tamaño del problema, cuanto más grande sea, más grande es su caída.

6. Las águilas tienen vitalidad

Las águilas están llenas de vida y son visionarias, pero encuentran tiempo para mirar atrás en sus vidas y recargar la energía ellas mismas. Esto ocurre aproximadamente a los 30 años de edad. Cuando llegan a los 30 años, la condición de su cuerpo físico se deteriora rápidamente, dificultando su supervivencia.

Lo interesante es que las águilas nunca desisten, en vez de eso, se retiran a la cima de una montaña y durante un periodo de cinco meses aproximadamente, pasan por una metamorfosis. Se sacan su propio pico golpeándolo contra una roca, se arrancan las garras y luego las plumas. Cada etapa produce un renacimiento de las partes extraídas, haciendo que el águila viva otros 30 ó 40 años más.

Los diezmistas nunca se abaten, siempre están en busca de más y más.

¡Adelante águila, adelante diezmista!

Que Dios te bendiga en abundancia

 

Obispo Celso Junior

 

 

 

 

 

 

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