Los buenos siempre acaban mal

bendiciones de Dios, las promesas de Dios, una vida promiscua,

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Seguramente hayas escuchado o dicho esto antes “Los buenos siempre acaban mal”

Muchos dicen “Yo no miento, no robo, no engaño, no tengo vicios, no vivo una vida promiscua, y aun así mi vida no cambia. Pero aquellos que hacen lo malo consiguen lo que quieren…”

Sí, es verdad. Eso pasó en el pasado, pasa hoy en día y pasará mañana.

Asaf pensó lo mismo cuando escribió el Salmo 73.Él tenía envidia de la prosperidad del malvado.Dijo:

“Yo estuve a punto de caer, y poco me faltó para que resbalara. Sentí envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de esos malvados.” (Salmo73:2,3)

La verdad es, ser justo, bueno, no mentir, no engañar, etc., son obligaciones morales. Una vez que aprendamos a diferenciar lo bueno de lo malo, debemos hacer lo que está bien y no hacer lo que está mal.

Obviamente, hacer el bien es una exigencia de la salvación de nuestra alma, PERO no nos da el derecho de recibir las bendiciones de Dios automáticamente.

Las bendiciones de Dios vienen por la fe. Vienen por el hecho de poner la fe en práctica, o sea, una fe sacrificial. Y cualquiera que manifieste este tipo de fe en Dios tiene derecho a Sus milagros.

El propio Señor Jesús dijo varias veces que la fe (práctica) de todos aquellos que vengan a Él en busca de un milagro (aunque personas no merecedoras) libera bendiciones.

En resumen: haz siempre el bien, pero asegúrate de UTILIZAR la fe sobrenatural en la Palabra de Dios, porque es este tipo de fe la que hará que tomes posesión de las promesas de Dios.

Hablaremos más de esto en la ESCUELA DE LA FE el miércoles.

Dios te bendiga!
Ob Celso Junior

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