Las estrellas de Abraham

la promesa de Dios, tu recompensa será muy grande,

bpcelso in

Para rescatar a Lot, Abraham tuvo que derrotar cuatro naciones que acababan de conquistar cinco naciones.

Podríamos decir que Abraham derrotó nueve naciones de una vez con simplemente 318 hombres.

Me puedo imaginar el calibre de aquellos siervos.

Pero lo más glorioso de su victoria no fue su atrevimiento y valentía.

El confió en la promesa: “Bendeciré a aquellos que te bendicen, y maldeciré a aquellos que te maldicen…” Génesis 12.3

Su victoria fue tan grande que él mismo se asombró.

De hecho el tenía miedo de que su fama provocara la unión de otras naciones y lo atacaran. Pero nuestro maravilloso Señor vino a él y lo animó, diciéndole: “No temas, Abram. Yo soy un escudo para ti;  tu recompensa será muy grande.”

Luego Abraham aprovecho esa oportunidad y se quejó: “Oh Señor DIOS, ¿qué me darás, puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco?” Dijo además Abram: “He aquí, no me has dado descendencia, y uno nacido en mi casa es mi heredero.” Pero he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: “Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero”

Lo llevó fuera, y le dijo: “Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas.” Y le dijo: “Así será tu descendencia.” Génesis 15.1-5.

Cada estrella representaba uno de los descendientes de Abraham.

El fue incapaz de contar las estrellas, así como hubiera sido incapaz de contar el número de sus descendientes. Aquellos que viven en la fe de Abraham es uno de esas estrellas.

Cada estrella tiene la promesa de Dios, la que El prometió a Abraham bajo juramento.

Cada uno de sus herederos es, por derecho, una de sus “estrellas”.

¿Eres una estrella de Abraham?

Ob. Edir Macedo

Estaremos hablando más acerca de esto en la vigilia inolvidable, este viernes a las 22Hr en el Rainbow. Es hora de que el pueblo de Dios saque su herencia y disfrute de los beneficios de su fe. Si estás de acuerdo, te veo allí.

Que Dios te bendiga,

Bp Celso Junior

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