La vigilia de la Marca de Dios

hijo de Dios, hombres y mujeres, testimonios de personas que fueron bendecidas, una vida de engaño,

“Deja que tu Espíritu Santo esté aquí para que se haga Tu voluntad en nuestras vidas… “  oró el obispo Randal

El obejetivo era que las personas recibieran el Espíritu Santo y que Dios estableciera una iglesia poderosa, así como la última iglesia, levantando a hombres y mujeres de Dios que harán la diferencia en este mundo. Dios trabajó en todos aquellos que vinieron con sus corazones abiertos.

El obispo continuó hablando acerca de la condición para recibir el Espíritu Santo, que es ser liberados de las obras del mal. Primero, explicó un acontecimiento escrito en la Biblia de cuando unos religiosos del pasado declaraban ser hijos de Abraham y Jesús repondió que eran hijos del diablo porque hacían la voluntad del diablo y eso era lo que reflejaban sus vidas.

¿Cuántas personas se familiarizan con esto? Dicen ser hijos de Abraham pero todavía viven en pecado, con una vida destruida y algunos, con enfermedades sin saber la causa. Hagan lo que hagan, sus vidas siguen estancadas. Esto no es ser un hijo de Abraham, ni tampoco un seguidor de Jesucristo, de hecho, refleja la imagen del diablo.

Entonces, ¿Cómo ser un verdadero hijo de Dios y vivir una vida plena y próspera?, o sea, ¿como ser la bendición en sí, viviendo una vida que refleje la imagen de Dios?.

La historia de Zaqueo de la Biblia es una gran ilustración de esto. Él era un hombre que hizo muchas cosas malas y no era completo. Sin embargo, cuando Jesús vino a su casa, Zaqueo declaró ante todos su decisión de devolver cuatro veces más la cantidad que le había robado a las personas, y de dar la mitad de sus bienes al pobre.

 

Este acontecimiento hizo que se deshiciera de las obras del diablo y que se llevara a cabo la obra de Dios, ya que las personas lo conocían como un hombre que vivía una vida de engaño. Sin embargo, “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Abraham.” (Lucas 19:9)

¡Esto es exactamente lo que Dios desea hacer en nuestra vida! La noche continuó con varias actividades y testimonios de personas que fueron bendecidas durante el ayuno de los 21 días. ¡Qué noche tan maravillosa!