La falta de conexión con los demás, junto con los sentimientos de exclusión o aislamiento, puede ser increíblemente dolorosa. Es a través de la interacción con los demás que las personas crecen, comparten momentos felices y aprenden habilidades esenciales para la vida. Quienes experimentan soledad a menudo se sienten tristes e incluso invisibles, como si su presencia no importara.
Más allá del malestar emocional, la soledad también puede provocar graves problemas de salud. Un estudio reciente publicado en la revista científica Nature Human Behaviour reveló que las personas solitarias y aisladas presentan niveles elevados de ciertas proteínas en la sangre que se asocian con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y enfermedades inflamatorias. Además, son más propensas a sufrir una muerte prematura.
Para llegar a estas conclusiones, investigadores de Inglaterra y China analizaron muestras de sangre de más de 42.000 personas de entre 40 y 69 años. Evaluaron los niveles de aislamiento social y soledad en los participantes e identificaron proteínas vinculadas a estos sentimientos. El Dr. Chun Shen, del Departamento de Neurociencia Clínica de la Universidad de Cambridge y del Instituto de Ciencia y Tecnología para la Inteligencia Inspirada en el Cerebro de la Universidad de Fudan, explicó los hallazgos: «Sabemos que el aislamiento social y la soledad están relacionados con una peor salud, pero nunca hemos entendido por qué. Nuestro trabajo reciente ha puesto de relieve varias proteínas que desempeñan un papel clave en esta relación».
Debido a sus efectos negativos, la soledad se ha reconocido cada vez más como un problema de salud pública en varios países, incluido Japón, que incluso ha establecido un ministerio para abordar los trastornos relacionados. A pesar de las agendas apretadas y las responsabilidades diarias, es esencial dedicar tiempo a conectar y relacionarse con quienes nos rodean, ya que esto es vital para nuestro bienestar.
Una forma eficaz para que las personas que viven solas eviten la soledad es participar en actividades que fomenten la interacción social. Unirse a grupos religiosos, por ejemplo, puede ser una excelente opción. La Iglesia Universal ofrece grupos de apoyo para todas las edades, desde jóvenes (UTF y VYG) hasta personas mayores (Grupo Caleb). Además, organizamos reuniones diarias enfocadas en diversos aspectos de la vida, donde puedes obtener consejos para mantener tu bienestar y aprender a usar la fe como complemento a cualquier tratamiento médico que estés recibiendo.
La Biblia nos asegura la presencia de Dios en nuestras vidas: “No temas, porque yo estoy contigo” (Isaías 41.10). En otras palabras, quienes creen en Dios y buscan su presencia se llenan de su paz interior y pueden encontrar consuelo, sabiendo que, aunque estén físicamente solos, nunca están realmente solos.
Fuentes: https://www.nature.com/articles/s41562-024-02078-1
https://www.jpost.com/science/science-around-the-world/article-836590
Nota: El consejo espiritual del Centro de Ayuda IURD complementa tratamientos científicamente probados. No afirmamos curar, pero creemos que Dios puede hacerlo a través de la fe. Sigue siempre las indicaciones de tu médico.
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