La recompensa que viene de honrar a Dios

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¿Alguna vez te has preguntado por qué la mayoría de los hombres sienten una gran pasión por el trabajo y disfrutan invirtiendo en sus carreras?

Dios creó al hombre de esa manera, para que fuera un emprendedor, un inventor y alguien que persiguiera sueños. Todo comenzó en Génesis, cuando Dios dijo que los hombres tendrían que trabajar duro para mantener sus hogares:

“(…) Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.” (Génesis 3:17)

Esta fue una maldición dirigida al hombre después de que Adán desobedeciera a Dios. Sin embargo, si está maldición es cortada, el trabajo no tiene por qué ser una carga.

El primer paso para revertir esta maldición en tu vida es honrar a Dios y ponerlo en primer lugar. Cuando honramos a Dios con nuestra fidelidad, Él nos da el regalo de la satisfacción por nuestros logros.

Eso explica por qué muchos hombres trabajan incansablemente para alcanzar sus sueños financieros y aún cuando lo logran, nunca están satisfechos.

Este fue el mensaje principal de la reunión Intellimen, que tuvo lugar el pasado domingo a las 4pm en el Teatro Rainbow. El hombre ha de saber que la recompensa del trabajo que realiza no vendrá del dinero, sino del honor.

Un hombre que entiende el valor de su trabajo desea honrar a su familia, a su jefe y sobre todo a Dios con el trabajo que realiza.

Como resultado, da lo mejor de sí en sus proyectos y está dispuesto a hacer incluso lo que no se espera de él, sólo para poder sobresalir en su trabajo y complacer a su jefe. Trabaja no sólo para mantener su hogar, sino como una manera de ser un ejemplo de alguien trabajador y diligente para sus hijos.

El Obispo James, quien dirigió la reunión, explicó que “todos tienen la misma capacidad de hacerlo bien. La diferencia es que algunos trabajan con honor y otros simplemente quieren sobrevivir”.

El encuentro finalizó con la búsqueda del Espíritu de Dios, quien es el que recompensa a quienes Le honran.

Esta reunión fue un gran éxito y los presentes esperan con muchas ganas la próxima oportunidad para invertir en sí mismos.

Mario, un miembro que asiste habitualmente a las reuniones del Intellimen, dijo: “Las reuniones del Intellimen me han ayudado a convertirme en un mejor hombre, a través de ciertas conductas que me han enseñado a adoptar en las diferentes áreas de mi vida”.

Si deseas ser parte del proyecto Intellimen, puedes visitar la Iglesia Universal y pedirle más información a un Pastor.