En la madrugada del lunes 19 de agosto, una celebración se convirtió en tragedia cuando un yate de lujo se hundió frente a las costas de Sicilia, Italia.
El yate de 56 metros transportaba a 22 personas y estaba anclado en el puerto de Porticello, cerca de Palermo, cuando volcó durante una fuerte tormenta.
Afortunadamente, quince personas sobrevivieron y recibieron atención médica.
Este evento devastador nos sirve a todos como lección de que, por mucho que nos esforcemos por prolongar la vida, la muerte nos llega a todos, independientemente del estilo de vida, la riqueza o cualquier otra cosa.
Llega a los ricos y a los pobres, a los buenos y a los malos. Sin embargo, la Palabra de Dios nos trae esperanza.
Dios dio a Su Hijo, Jesús, para que podamos vivir con Él eternamente:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
Cuando una persona se acerca al Altar con sinceridad y entrega su vida en Sus manos, Él la acepta y le da una nueva vida.
Puedes tomar la decisión de aferrarte al Señor Jesús ahora mismo, con una oración sincera, entregándole tu vida.
Para aprender más e invertir en tu relación con Él, únete a nosotros en las reuniones que se llevan a cabo los miércoles y domingos en la Iglesia Universal en español.