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La historia de Josué, el Rey de Israel, es una explicación inspiradora que muestra que podemos recurrir a la fe sobrenatural cuando la necesitemos. Josué, con la ayuda de Dios, conquistó muchas ciudades, tales como Jericó y Hai.
Cuando se esparció el rumor de que Josué y su Dios eran formidables, el pueblo de Gabaón, una ciudad real poderosa, lo engañó para que hicieran las paces con ellos. Temiendo que caerían, el pueblo de Gabaón hizo hasta lo imposible para salvarse y le preguntaron si podían vivir como siervos de Israel.
Cuando el rey de Jerusalén escuchó todo lo que Josué había hecho, y que una gran ciudad como Gabaón había hecho un trato de paz con él, reunió a otros cuatro reyes y entablaron una guerra contra Josué.
Sin embargo, el Señor le dijo a Josué: “No les tengas miedo, porque los he entregado en tus manos; ninguno de ellos te podrá resistir.” (Josué 10:8).
Aunque Josué y los Israelitas sobrepasaban la cantidad, él tenía fe en la promesa del Señor. Aquel día, Israel “atacó” a sus enemigos con una “fuerza arrolladora” (Josué 10:10)
Aunque las piedras de granizo colaboraran con la victoria de Josué, él no esperó a que la naturaleza hiciera lo que él tenía que hacer, sino que también hizo su parte. Durante la batalla, Josué tomó una actitud de fe, y mandó que el sol y la luna se paralizaran, algo que jamás había sucedido antes. Se dio cuenta de que con la puesta del sol, sus enemigos huirían y tendrían la oportunidad de vencer.
De la misma manera que Josué, aquellos que sirven a Dios hoy en día, necesitan provocar lo sobrenatural para poner su fe a prueba. El desafío de Josué fue recurrir a la ayuda de Dios en frente de sus soldados (Josué 10:12). Si lo hubiera intentado por sí solo y fracasado, hubiera perdido la credibilidad de toda su tropa y el liderazgo.
Entonces, si Josué tenía autoridad sobre las obras de Dios (el sol y la luna), ¿no tendríamos nosotros mucha más autoridad sobre el diablo? Sin embargo, para que nosotros tengamos autoridad en nuestras vidas, tenemos que tener fe incluso cuando nos enfrentamos a circunstancias desafiantes.
En este momento, ya sabes cuales son los problemas que te gustaría ponerles un punto final. Has tratado de buscar respuestas, pero te sientes frustrada porque nada ha resuelto tus problemas. ¡Si reconoces que solo lo sobrenatural puede cambiar tu situación, entonces el domingo de lo sobrenatural, el 16 de octubre, es para ti!
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