Forzado por las circunstancias

conocimiento del Dios, el regalo de Dios,

ropForzado por las circunstancias, Esaú cambió su autoridad de primogénito o príncipe, en lugar de su padre Isaac, por un pedazo de pan con guiso de lentejas. Confiaba en su fuerza y talento para cazar. Y porque despreció el regalo de Dios, él y su descendencia fueron maldecidos;

Forzada por las circunstancias, Sara instigó a su marido Abraham a generar un hijo de su sierva, según la costumbre de la época. Más tarde, humillada por la sierva, tuvo que expulsarla de la casa juntamente con su hijo Ismael. De este nació el pueblo árabe, enemigo de Israel. Es rico en dinero, pero miserable en el conocimiento del Dios de Israel.

Forzado por las circunstancias, Saúl desobedeció al Señor y ofreció un holocausto pecaminoso. “Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento del SEÑOR tu Dios que Él te había ordenado; pues ahora el SEÑOR hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. El SEÑOR se ha buscado un varón conforme a Su corazón, al cual el SEÑOR ha designado para que sea príncipe sobre Su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.” 1 Samuel 13:13,14

Forzada por las circunstancias, “Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” Lucas 10:40-42

Forzado por las circunstancias, Judas Iscariote aprovechó la oportunidad ofrecida por los principales sacerdotes y ancianos, vendió a Jesús por treinta monedas y después se ahorcó. Mateo 27:5. Forzados por las circunstancias, Ananías y Safira, después de haber vendido una propiedad previamente donada a la iglesia, retuvieron parte de su valor. Los dos murieron ese mismo día a causa de intentar engañar al Espíritu Santo. Hechos 5:1. Pregunta que usted debe hacerse a usted mismo: ¿Qué circunstancias me han forzado a contrariar mi fe, paz de espíritu y buena conciencia para abandonar a mi Señor y Salvador Jesucristo? ¿Familia? ¿Dinero?¿Matrimonio? ¿Vida Social? ¿Noviazgo? ¿Entretenimiento? ¿Sexo? ¿Éxito? ¿Fama? ¿Amistades?

Respóndase a usted mismo: ¿Ha valido la pena?

 

Obispo Edir Macedo

www.bishopmacedo.com

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