Muchas personas creen que solo pueden lograr el éxito financiero si toman atajos o nacen ricos.

Es posible tener éxito sin importar los privilegios que puedas haber tenido, si das el primer paso y reconoces a Dios. Es importante que usted haga su parte (la rutina física), pero Dios debe ser lo primero. Depende de Él, póngalo a Él por delante y busque Su dirección.

 Con el Altísimo de su lado, las posibilidades son infinitas. Después de todo, si el Creador y Dueño de todo es su socio, ¿cómo es posible que usted pierda?

 Es necesario enfrentarse a la realidad de sus problemas para encontrar una solución. Muchas personas ni siquiera intentan mejorar sus vidas porque temen fracasar, pero no pueden cosechar lo que no siembran.

 Haga una lista de sus problemas financieros, por ejemplo, sus deudas. Cuando los vea todos juntos en un papel, podrá visualizar lo que debe hacer para aligerar la carga. También debe reconocer en que se está equivocando y preguntarse: “¿Hay algo más que pueda hacer?” Es decir, deje de gastar dinero en cosas sin importancia.

 Incluso las personas nacidas en situaciones económicas desfavorables pueden buscar una salida, aunque sea más difícil, no es imposible. Cuando Dios está a su lado, tiene el poder de cambiar su realidad. Independientemente de su educación, ya sea que haya tenido oportunidades, condiciones o incentivos, aún puede tener éxito.

 La mayoría de la gente comete el error de confiar en las opiniones de los demás e ir en contra de su propio juicio. Cambiar su historia comienza cuando decide creer y tomar buenas decisiones de acuerdo con esas creencias.

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Para obtener más información sobre el éxito y lo que se necesita para lograrlo, participe de nuestras reuniones del Congreso del Éxito, que se llevan a cabo todos los lunes a las 7:30pm (7am, 12pm y 4:30pm) en la Iglesia Universal de Finsbury Park.