El significado de la cruz

de la misma manera, hacer para Dios, nuestra propia voluntad,

 

 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.’” (Mateo 16:24)

 Niégate a ti mismo:

Dios es soberano y Su soberanía solo puede permanecer si Sus criaturas se someten totalmente, no parcialmente, a Él.

Cuando nos negamos a nosotros mismos, vamos en contra de nuestra propia voluntad. No hacemos lo que queremos sino lo que Dios quiere. Este es el significado de la abnegación. Debemos distinguir entre nuestra voluntad y la voluntad de Dios y ver que no se oponga a la Suya. Si se opone, es ahí cuando debemos abnegarnos y elegir la Suya.

Es un sacrificio enorme. Es tan sacrificial que es aquí donde mucha gente tropieza. Las personas no tienen problema en amar a Jesús, pero tienen un problema al hacer Su voluntad.

Negarse a sí mismos no solo se relaciona con Dios, sino también con nuestros prójimos. Comienza en casa, entre el marido y su mujer. Si no hay abnegación entre ellos, y si no se tratan el uno al otro de una manera en la que consideran al otro más importante que a ellos mismos, entonces lo que sea que traten de hacer para Dios es falso.

Jesús dijo que no puedes amar a Alguien que no ves si no amas a aquellos que sí ves. Tu primer prójimo es tu esposo/a. Si tu no amas, no respetas ni consideras a tu esposo/a, entonces tampoco haces ninguna de estas cosas para con Dios.

La razón por la que muchos matrimonios fracasan es porque la esposa no entiende que ella reemplaza a la madre de su marido, y el marido sustituye al padre de la mujer.

Jesús dijo que si quieres ser el mejor de todos, entonces tienes que servir a los demás. Mira a la gente con buenos ojos, ve a Jesús en todos y llévate con ellos de la misma manera que harías con Jesús.

 Toma tu cruz:

Muchos interpretan su cruz como el dolor, la enfermedad y el sufrimiento. Pero esto no es correcto.

La cruz está formada por la barra horizontal y la vertical. La vertical representa tu relación con Dios. La horizontal es tu relación entre tu y tu esposo/a y los demás.

La salvación viene de la cruz.

“No buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:4-11)

A Dios le agrada mucho cuando las personas se niegan a sí mismas; solo entonces es que ellos reciben la exaltación de Dios.

“‘Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” Entonces los justos le responderán, diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? “¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos? “¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?” Respondiendo el Rey, les dirá: “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” (Mateo 25:35-40)

Sé humilde ante Dios y tus prójimos.
Ama a Dios y a tus prójimos.
¿Estás dispuesto a tomar tu cruz y a cargarla hasta el final?
Sin esto, no hay salvación.

Obispo Randal Brito

bishop@uckg.org