parte del ejército de Dios,
Muchos son los que dejan a un lado el bautismo en el Espíritu Santo, olvidando que antes de conquistar cualquier otra cosa, debemos centrarnos en ser la bendición misma. Sí, es importante alcanzar cosas materiales; sin embargo, estas cosas no pueden tomar el lugar de Dios en nuestras vidas. Piénsalo … si nuestra vida espiritual no es bendecida, ¿cómo puede ser bendecida cualquier otra área? Y lo que es peor, sin el Espíritu Santo, corremos el riesgo de perder nuestra salvación. El Espíritu Santo no es solo esencial; Es tan vital como tener oxígeno. ¡Él es la garantía de nuestra supervivencia espiritual!
Al igual que los discípulos en el pasado, que estaban juntos unánimes en Jerusalén, obedeciendo a Jesús y complaciendo a Dios, si colocamos todas nuestras elecciones de la vida y hábitos pecaminosos en el Altar y nos entregamos completamente a Él, Él nos llenará de su presencia.
Y esto es exactamente lo que sucedió hoy. El Espíritu Santo descendió sobre las vidas de aquellos que lo buscaron con todas sus fuerzas y se rindieron de todo corazón ante Dios. Las vidas se transformaron, las personas se convirtieron en parte del ejército de Dios y otros estuvieron a un paso más cerca de recibir el Espíritu de Dios. Recuerda, el diablo siempre traerá razones para desanimarte de recibir el Espíritu Santo, pero la sed que tienes por Él es una señal de Dios, de que estás a un paso más cerca de lograr la mayor bendición de todas.
Ahora, debemos esforzarnos por proteger nuestra comunión con Dios, que es nuestro mayor bien, aferrarnos a lo que hemos recibido y elegir permanecer en Jerusalén hasta el final.
Obispo Alvaro Lima
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