Con fe, comprendemos que todo lo que experimentamos tiene un propósito mayor, incluyendo el dolor, los desafíos y los momentos de presión. Y, cuando se trata de transformación interior, Dios tiene una herramienta poderosa que usa para moldear a cada uno de nosotros.
Este fue el tema de la Terapia del Amor de la semana pasada, impartida por el Obispo James Marques y su esposa Helena en la Catedral de los Milagros.
A diferencia de las herramientas que aprendimos la semana anterior, esta es usada con nosotros, y por nada menos que Dios mismo. Es bieldo, mencionada por Juan el Bautista al hablar de Jesús:
“Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible.” (Mateo 3:11-12).
En la antigüedad, después de la cosecha, se mezclaban el trigo y la paja. Para separarlos, los agricultores utilizaban una era, un espacio abierto y a menudo elevado, donde la cosecha se lanzaba al aire con una criba. El viento se llevaba la paja, más ligera, y dejaba que el trigo, más pesado, cayera purificado y listo para ser usado.
Entonces, ¿qué tiene esto que ver con nosotros y nuestras relaciones? Al igual que el trigo, nosotros también somos lanzados al aire —metafóricamente hablando— por las pruebas de la vida. Dios permite situaciones que nos sacuden y, a través del viento del Espíritu Santo, comienza a eliminar lo que no nos conviene: malos hábitos, orgullo, egoísmo e inseguridades. Esto no siempre es agradable. De hecho, puede resultar abrumador y doloroso, especialmente en nuestras relaciones más cercanas.
Por ejemplo, el matrimonio. Antes de casarnos, muchos creíamos tenerlo todo bajo control; nos imaginábamos como la pareja perfecta. Pero el matrimonio tiene una forma de revelar las partes de nosotros mismos que no notábamos. Lo cierto es que tendemos a casarnos con alguien que nos desafía, no con alguien que nos consuela constantemente. Y eso no es un defecto de la relación; es una característica de ella. Dios a menudo usa a nuestra pareja como su cedazo para sacar a la luz lo que necesita cambiar.
Incluso fuera del matrimonio, ya sea en las amistades o en nuestro caminar con Dios, se aplica el mismo principio. A veces, las personas en nuestra vida dicen cosas que nos tocan la fibra sensible. Nuestra reacción inicial podría ser defendernos, pero quizás Dios esté usando a esa persona para abrirnos los ojos. Quizás sea una característica que hemos mantenido durante 20 o 30 años sin darnos cuenta. De repente, alguien la señala y duele. Pero si estamos dispuestos a escuchar, podría ser la clave para una verdadera transformación.
Así que, esta es la moraleja: no nos resistamos al proceso. Permitamos que Dios use su bieldo en nuestras vidas. Ya sea a través de una pareja, un amigo o los desafíos de la vida, Él nos está refinando. Si eso significa eliminar la terquedad, los viejos hábitos, las inseguridades o el orgullo, que así sea. No siempre será fácil ni siempre nos hará sentir bien. Pero siempre será para nuestro bien.
¿Te has perdido alguna de las reuniones anteriores de Terapia del Amor sobre “Las Herramientas del Amor Inteligente”? ¡No te preocupes! Únete a nosotros este jueves 24 de abril a las 20:00h. Se revelará una nueva herramienta, aprovéchela, porque es a través de ellas que crecemos y nos volvemos mejores.
Evento: Reuniones de la Terapia del Amor
Día y hora: Jueves 24 de abril a las 20:00h
Ubicación: La Catedral de los Milagros, Teatro Rainbow, 232 Seven Sisters Road, Finsbury Park, Londres, N4 3NX
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