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El beneficio de ser humilde

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El beneficio de ser humilde

Si nos preguntaran, seguramente que muchas de nosotras nos consideraríamos personas humildes. Muy pocas admitirían que son orgullosas o hasta arrogantes. Pero, ¿lo somos de verdad? Durante nuestra reunión de las mujeres del domingo, hemos analizado lo qué es ser humilde de verdad. Muchas creen que ser humilde es ser tímida, venir de una familia humilde, ser modesta o incluso aceptar que los demás de maltraten y, en cambio, es mucho más amplio de lo que muchos piensan.

La humildad precede la exaltación

Para explicar lo qué es la humildad, nos gustaría que te imaginaras saltando. Si quieres saltar, primero tienes que inclinarte. Y, cuanto más bajo te inclines, más alto saltas. Eso es lo que hace la humildad; precede la exaltación. Si quieres ser una persona altamente estimada por las personas, tienes que ser humilde desde tu interior, la palabra clave está en “en tu interior”. Muchas aguantan que otros o la situación misma, los humillen, pero este no es el tipo de humildad que te llevará a ser exaltado por los demás. La humildad que más se valora es cuando tienes la oportunidad de exaltarte a ti mismo, pero tu decides ceder. Sin embargo, la humildad no debería confundirse con la humillación, la cual significa ser avergonzado o deshonrado.

Ejemplo de humildad

¿Cómo puedes ser humilde de verdad? Es más simple de lo que crees. Es cuando decides valorar a otras personas más que a ti misma. Cuando cedes en una disputa, aunque sepas que tienes la razón. Cuando dejas que otros brillen aunque sabes que puedes ser mejor. Cuando decides morderte la lengua sabiendo que tus palabras duras pueden desarmar a la persona con la que discutes; cuando decides no sufrir en silencio tratando de ser autosuficiente y buscas ayuda de los demás cuando la necesitas.

Aquellos que deciden ser humildes demuestran que se valoran a sí mismos y el bienestar de sus relaciones más que de lo que valoran tener razón o conseguir hacer las cosas a su manera. Y, es este valor que ponen en sus relaciones que los hace altamente exaltados o estimados. Las personas que son humildes hacen que los demás se sientan bien e importantes. Y ¿quién quiere dejar de lado a alguien que les hace sentir importante?

Muchas veces pensamos que para ser respetados y para destacarse, tenemos que imponernos e imponer nuestras opiniones sobre los demás para que sepan que no deben traspasar nuestros límites. Pero, durante la reunión, pudimos entender que la estima y el respeto se ganan y son inspirados en los demás. Cuando alguien te respeta voluntariamente, tiene mucho más valor.

A diferencia de lo que muchos piensan, que decidir ser humilde les causará pérdidas, vemos que, en vez de eso, te llevará a disfrutar de las relación que son más enriquecidas y más valoradas. Entonces, la próxima vez tienes que morderte la lengua, por ejemplo, piensa en lo bajo que tienes que inclinarte para saltar más alto.

Después de eso, vendrán la exaltación y la justificación.

Sra Claudia Brito

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