¿Dios necesita nuestro dinero?

la Casa de Dios, para honrar a Dios,

¡Por supuesto que no! Él ya es dueño de todo.

Dicho esto, ¿por qué Dios nos dice que devolvamos nuestros diezmos en Malaquías 3:10?

“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.” 

Para entender esto, tenemos que volver a unos capítulos más atrás…

• Al principio del Libro de Malaquías, Dios menciona que no estaba siendo honrado por las personas.
• Le tenían reverencia al pronunciar Su nombre pero no le obedecían. Le ofrecían animales imperfectos y aún tenían la osadía de preguntarle a Dios por qué no les respondía. Le estaban sirviendo con hipocresía.
• Dios siempre ha querido ser el primero en nuestras vidas, y nuestros diezmos son una expresión de esto. En Malaquías 3:7 Él dijo, “Volved a mí y yo volveré a vosotros”. Las personas preguntaron, “¿Cómo?” Y eso fue cuando Dios respondió, “En los diezmos y en las ofrendas” (V.8). Nuestras primicias y ofrendas le demuestran a Dios que Él es el Señor de nuestra vida.
• El diezmo no solo bendice al diezmista sino a la Casa de Dios también. Es la recurso usado para esparcir el evangelio por todo el mundo.

Él nos pide que devolvamos nuestros diezmos para que pueda haber “alimento” en Su casa. Esta comida es lo que ha ayudado a muchos a transformar sus vidas, a recibir paz y a encontrar a Dios. Sin las ofrendas y los diezmos, ninguna iglesia podría seguir sus obras, puesto que existen gastos mensuales que no se pagan tan solo debido a la bondad del corazón de las personas.

Nadie está obligado a dar. Devolver nuestros diezmos no tiene nada que ver con dinero. Se trata de honrar a Dios, y demostrarle con nuestras actitudes que él está en primer lugar, sobre todas las cosas en nuestras vidas. Él dijo que lo honráramos con el diezmo (el primer 10%) de todo lo que recibimos como una expresión de temor y reverencia hacia Él. Debido a esto, cuando traemos nuestros diezmos, Él nos bendice con el restante 90%. Esto demuestra que tenemos temor por Él y que el dinero no es el señor de nuestras vidas: Creemos que si lo honramos, Él nos honrará a nosotros.

“Bienaventurado todo aquel que teme al Señor, que anda en sus caminos. Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien. Tu mujer será como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme al Señor.” (Salmos 128:1-4)

Nosotros le tenemos temor, le respetamos y lo honramos por darnos todo lo que necesitamos para trabajar. Es algo que no se hace como si fuera una carga, sino como una expresión de amor. Este honor se expresa mediante nuestro temor a Dios. No se trata de tenerle miedo, sino de demostrarle que Él es el Señor de nuestra vida. El temor a desagradarle y no obedecerle es como una valla que nos protege y no permite que nos alejemos de Su presencia.

Venga este domingo, 7 de febrero, puesto que tendremos la consagración de los diezmistas, para honrar a Dios por ser nuestro proveedor.

Para más horarios y ubicaciones, visite uckg.org/es/direcciones. También puede llamar a nuestra línea de atención al 020 7686 6048, o envíenos un WhatsApp al 07490 979661.

Por favor, venga con una cubierta facial puesta y siga todas las instrucciones del distanciamiento social.

Reunión: Fiesta de las Primicias
Día y horario: Domingo a las 12pm (También a las 8:30am)
Lugar: En la Iglesia Universal de Finsbury Park.