el tema principal, tu manera de pensar, tu manera de vestir,
El proverbio inglés “solo trabajo y nada de juego hacen de Jack un chico aburrido” (“all work and no play makes Jack a dull boy”) es muy importante. No es de extrañar que, al llegar a casa después de un día de trabajo, lo primero que se suele hacer es encender la televisión. El entretenimiento se ha vuelto una parte clave de nuestras vidas, y la televisión está entre las actividades de ocio más favoritas, según NatCen.
La televisión emite un montón de programas de deporte, de debates, películas, juegos, comedias, etc. Cuanto más la vemos, más cambia nuestra manera de ver las cosas, dependiendo de lo que veamos.
Debemos ver la tele con un ojo perspicaz y ser críticos de lo que representa. Algunos aspectos a considerar cuando vemos la tele son:
• Exalta la violencia: ¿hay personas que son asesinados constantemente? ¿Son las armas el tema principal de la historia?
• Glorifica el consumo de drogas ilegales: ¿Hacen que las drogas sean algo fascinante? ¿Muestran el consumo de drogas como algo recreativo u ocasional?
•Promueven rebeldía: ¿la historia se centra en personas quebrando la ley o enfrentándose a los estándares de una autoridad?
Cuanto más ves este tipo de programas, más insensible te vuelves, lo cual significa que ya no encontrarás nada de malo en el contenido. Si esto sucede, tu manera de pensar cambia y, lo más probable, es que pronto sigas el mismo ejemplo.
Estas influencias negativas no están solo dentro de casa. El mundo afuera está lleno de ideas que pueden afectar tu manera de pensar.
La ropa, cada vez es más sugerente y menos discreta, y lo que antes era inmoral, ahora es normal. Muchas personas utilizan la moda para justificar lo que visten.
La moda está muy influenciada por los famosos, o sea, en cuanto se vea a un famoso con una chaqueta moderna, o jeans o tenis, el público lo copia. Entonces:
Si estás casado/a o en una relación, acepta la opinión de tu pareja para ver si está de acuerdo con tu manera de vestir.
Piensa en la imagen que le estás mostrando a los que te rodean. La primera impresión cuenta, y hasta los extraños son rápidos al juzgar o estereotipar.
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