Esto es lo que te proponemos que hagas en la vigilia del Año Nuevo: en vez de desear un “Feliz Año Nuevo”, fuegos artificiales, vestirse de blanco, y todo lo demás, te invitamos a comenzar el año de una manera que determinarás tomar decisiones corajudas para cambiar tu vida, haz lo que tengas que hacer, y comprométete a los cambios que quieras ver.
La esperanza es desear que todo vaya a funcionar, es casi como decir “¡Deseo conseguir esto para esta fecha, pero quien sabe!” lo cual, dando rodeos, es una de las mejores descripciones de la DUDA. Esperar es tener dudas, entonces, en vez de hacer eso, porque no probar esto:
Comienza por hacer una lista de cosas que HARÁS, mentalizándote de que vas a continuar con ellas hasta conseguirlas.
El próximos paso, CREE que puedes hacer esas cosas no importa lo difícil y lo imposible que parezcan, o cuánto tiempo persistan, cree que puedes tener éxito. Si no crees en ti mismo, ¿Cómo puedes decir que crees en Dios o en cualquier otra cosa?
CONCÉNTRARTE es lo que tienes que hacer después. No dejes tus objetivos de lado por nada. Reflexiona y trabaja en ellos todos los días, desde el momento que te despiertes hasta que te levantes. Pega una nota en el espejo de tu baño, otra al lado de tu cama y otra en tu nevera. ¡Lo que sea que necesites para permanecer en foco , ¡hazlo!r
Sé DURO contigo mismo, no pienses ni por un segundo en ignorar cualquiera de tus objetivos hasta que se acabe el año o seguramente los vas a incluir en las resoluciones del 2016. Invierte tiempo en lograr cada objetivo, sea una carrera nueva, una nueva empresa, o un cambio de comportamiento.
INVESTIGA el tema y luego pon en PRÁCTICA lo que hayas aprendido. A veces, vas a necesitar DISTANCIARTE de las personas que podrían desanimarte cuando trabajes hacia tus objetivos, no tu esposa o hijos, por supuesto, pero un amigo, un miembro de la iglesia, o un compañero de trabajo que no entiende lo que estás tratando de hacer. Asegúrate de darte el espacio que necesitas. Y finalmente, asegúrate de que DIOS está incluido en tus objetivos. Si Él no es parte de tus esfuerzos, entonces no puedes contar con El y, sin Él, ¡estás solo!
Ten esto en cuenta: “La mente del hombre planea su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos” (proverbios 16.9)
Siempre recuerda que Dios es el mejor compañero que cualquiera puede tener, porque si Él está contigo, ¡entonces puedes hacer y ser lo que quieras!
Miércoles, 31 de Diciembre, a las 22h.
STAMFORD HILL: 70 High Road, N15 6JU
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