Vivimos en un mundo de tecnología creciente, y se ha comprobado su beneficio durante esta pandemia. Ha permitido que las empresas desempeñen sus funciones desde la comodidad de sus hogares y que los consumidores pidan comida y ropa en línea. La empresa de “Brick and mortar” ha sufrido las consecuencias de no tener una presencia en línea, y muchas otras se sumergen en bancarrota debido a esto.

Aunque estamos en una era donde la actividad digital ha aumentado debido a la situación global, el influjo de información procedente de avenidas en línea pueden ser abrumadoras y mentalmente agotadoras en estos momentos; todo está tan fácilmente accesible que nuestras costumbres de consumo de información están destruyendo nuestros momentos sociales, productivos y de atención y creatividad.

Estamos tan pegados a las pantallas, a un dispositivo, que sostener una conversación en persona con alguien se ha convertido en algo bastante desafiante para algunos. Albert

Einstein dijo: “Temo el día que la tecnología sobrepase nuestra interacción humana. El mundo tendrá una generación de idiotas.”

Si a las personas les resulta difícil conectarse con quien tienen a la vista; ¿qué tan difícil será para muchos conectarse con Dios a quien no pueden ver?

Estamos en unos tiempos en los que muchos se sienten ansiosos, preocupados, envidiosos, con rencores, muchos han sido imprudentes con sus elecciones, inseguros de sí mismos o simplemente se sienten perdidos. Ahora es el mejor momento de desconectarse de todo lo demás que solo sirve de distracción y conectarse al Único que pude sanar tu ser interior.

Es hora de tener el Ayuno de Daniel

El Ayuno de Daniel se basa en un acontecimiento descrito en el libro de Daniel 10, donde decidió ayunar durante 21 días para encontrar el favor y ganar la sabiduría y el entendimiento de Dios.

Hoy en día, hay muchos factores que nos distraen a la hora de tener una relación con Dios, que supuestamente deberíamos tener, y vienen de todo tipo de entretenimiento e información secular. El propósito del Ayuno de Daniel es que abramos nuestros oídos para escuchar la voz de Dios.

Al estar atentos a la voz de Dios, somos capaces de identificar claramente lo que Él quiere que eliminemos de nuestro exterior y de nuestro interior para llegar a ser verdaderos siervos, para recibir el Espíritu Santo o para ser renovados por El espiritualmente.

Quizás hayas reconocido que puede que seas crítico y veas lo peor en las personas, que el orgullo controla tu corazón, que tomas decisiones apresuradas que siempre te meten en problemas o que simplemente parece que no puedes abandonar el pecado. Estos son ejemplos de maneras en las que nuestra voluntad podría prevalecer, pero que necesita ser erradicada de nuestra vida para que nosotros seamos vasos de honor para Dios. Sacrificaremos

todas estas cosas y más, dejando nuestra voluntad de lado para poder escuchar la voz de Dios.

La información secular, la música secular y el cotilleo no están permitidos durante este período, aunque el cotilleo no debería formar parte de la vida de uno para nada. Te concentrarás en buscar al Espíritu Santo, en meditar en la Palabra de Dios, leer/ver el contenido de la iglesia, y en venir a la iglesia tan a menudo como puedas, especialmente los domingos al mediodía (también a las 8:30am y 5pm). Vamos a darle más de nosotros mismos a Dios para que podamos recibir más de Él y/o recibamos una naturaleza nueva.

Esta es tu oportunidad. Durante los 21 días puedes utilizar el internet para alimentar tu vida espiritual. Aquí tienes una lista de los blogs y los sitios webs que te ayudarán a permanecer concentrados en este propósito:

El blog del Obispo Macedo: obispomacedo.com
El blog del Obispo Alvaro: es.alvarolima.com
Univer video: univervideo.com