oportunidades para cambiar, por muchos otros,
Cuando estaba en Namibia, leí el libro de Nelson Mandela titulado, ‘Largo camino hacia la Libertad’ tan pronto como fue lanzado, y hay muchas cosas que podemos aprender de sus experiencias.
Durante los 19 años de encarcelación de Nelson Mandela en la Isla Robben, un comandante en particular era el más bruto de todos ellos:
“Pocos días antes de la partida de Badenhorst, me llamaron a la oficina principal. El general Steyn estaba de visita en la isla y quería saber si teníamos alguna queja. Badenhorst estaba allí mientras yo le mencionaba una lista de peticiones. Cuando terminé, Badenhorst me habló directamente.
Me dijo que se iba de la Isla y añadió: ‘Solo quiero desearles buena suerte.’ No se si notaron mi cara de perplejo, pero yo estaba asombrado. Me dijo estas palabras como un ser humano y demostró un lado de él que nunca antes había visto. Le di las gracias por sus buenos deseos y le deseé suerte en sus esfuerzos.
Pensé en este momento durante mucho tiempo después. Badenhorst había sido quizás el comandante más cruel y brutal que habíamos tenido en la Isla de Robben. Pero ese día en la oficina, me había revelado que tenía otro lado en su naturaleza, un lado que había estado oculto pero que todavía existía.
Fue un recordatorio útil de que todos los hombres, incluso los que aparentan más fríos, tienen un centro de decencia y que, si se les toca sus corazones, son capaces de cambiar. Al final, Badenhorst no era tan malvado; su inhumanidad se le ha sido indilgada por un sistema inhumano. Se comportaba como un bruto porque él era premiado por su comportamiento brutal.”
Estoy seguro que Dios también ve lo bueno en nosotros. No que esta sea una excusa para que hagamos lo malo, ¡para nada! Sino que significa que Él también nos da oportunidades para cambiar siempre y cuando halla alguna esperanza, no importa lo pequeña que sea; y si estás leyendo esto ahora mismo, es porque seguramente Dios te está dando esta oportunidad.
En los pasados 35 años, esta ha sido la obra del Centro de Ayuda UCKG por todo el mundo.
Han sido muchos los que vinieron a nosotros con sus vidas totalmente destruidas. Personas que han sido etiquetadas por la sociedad como ‘Casos perdidos’ y aun así, mediante el poder de la fe y la compasión demostrada por los voluntarios del UCKG, ganaron la confianza en sí mismos, su auto respeto y están ahora dando de vuelta y ayudando a la sociedad.
Por eso nunca nos oirás decir las palabras, “Tu caso es imposible” o ‘Lo siento, no creo que puedas cambiar’.
¡Nunca!
Sé lo que Dios hizo por mí. Sé lo que Dios ha hecho por muchos otros, y sé lo que puede hacer por ti. Todo lo que tienes que hacer es darnos una oportunidad para ayudarte.
¿Estás fuera o dentro? ¡Es tu llamado!
Que Dios te bendiga.
Ob Celso Junior
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