Han pasado 43 años desde que comenzó la Iglesia Universal. 43 años difíciles. Años de luchas, de obstáculos, retos e injusticias.
Aunque ha habido mucho dolor, el objetivo siempre ha sido el mismo, las almas, y esto ha hecho que todo valiera la pena.
Desde los centros de las ciudades y calles principales hasta la profundidad de los bosques ocultos, la Iglesia Universal ha buscado esas almas. Desde la áreas mas influyentes a los caminos polvorientos, la misión se ha mantenido consistente: ‘’Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura’’
Cuando parecía que toda esperanza estaba perdida, muchos fueron encontrados e introducidos a la verdad. Un número incontable de gente ahora tienen la vida con la que antes solo soñaban. Muchos han podido acoger la paz que antes tenían fuera de su alcance.
Y por esa misma razón decimos, ‘’¡gracias!’’ Gracias a nuestra madre.
Gracias a los numerosos testimonios sobre vidas cambiadas.
Gracias por mantenernos conectados a través de las reuniones en línea, aun estando en plena pandemia.
Gracias por encontrar la manera de llegar a personas hasta en los países menos asequibles.
Pero más que nada, gracias por el amor a las almas.
El recordar de donde venimos, nos hace centrarnos en la dirección en la que vamos. El aprender de nuestros obstáculos, nos da la fuerza para seguir hacia delante.
Desde un comienzo pequeño y humilde vienen cosas grandiosas, y los ojos de la Iglesia Universal permanecen fijados en quien la lidera.
¡Gracias, Iglesia Universal, por todo lo que has hecho durante estos 43 años!
Deixe um comentário