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¿Qué diferencia hay entre el Dios de Abraham y los demás dioses? Ni siquiera tiene sentido tal comparación.
Pues es así. De la misma forma como no tiene sentido la diferencia entre el Dios Vivo y los demás dioses, tampoco puede tener sentido la diferencia en la vida entre los que son de Dios y aquellos que no lo son.
¿Es demasiado exigir eso del Todopoderoso? ¡No! ¡No! ¡No! ¡Mil veces no!
Él mismo promete mostrar HOY esa diferencia, como lo hizo en el pasado con los demás fieles. Eso tiene que suceder inmediatamente después de la entrega total hacia Él.
No es que a partir del momento de la entrega total, súbitamente, el fiel se tornará millonario económicamente. No es eso. Incluso porque en la relación con Dios primero viene la riqueza espiritual y después las conquistas materiales. Mateo 6:33
Pero de que la diferencia de vida tiene que comenzar inmediatamente después de la entrega, de eso yo no tengo la menor duda.
¿O será que la diferencia viene en la vejez? ¿O después de la muerte? ¡No! ¡ Su propuesta es para ahora !
Y no es eso lo que dice el profeta: “La sepultura no Te puede alabar, ni la muerte glorificarte; no esperan en Tu fidelidad los que descienden al sepulcro.” Isaías 38:18
En otras palabras, Isaías está diciendo: Los que descienden a la sepultura no Te pueden alabar; ni esperan el cumplimiento de las promesas los que descienden al sepulcro.
¿Por qué? Porque están muertos.
Por lo tanto, como la diferencia en la calidad de vida es para mostrar a los impíos que el Dios de Abraham es el Mismo HOY y opera maravillas como en el pasado, ¡entonces la diferencia de vida de los que creen en Él tiene que ser para ahora!
En el Cielo, no hay ni es necesaria la diferencia, pero aquí en la Tierra, sí. Es aquí que están los injustos y los perversos.
Además de eso, si Él no negó sacrificar a Su Único Hijo, en ese entonces, para salvarnos, ¿cómo negaría la calidad de vida para los que Le han dedicado sus vidas?
¿Hemos sido como Esaú? ¡No! Sino como Jacob que persiguió el derecho de la primogenitura.
¿Hemos sido como Caín? ¡No! Sino como Abel hemos sacrificado nuestras vidas en el Altar.
Entonces, ¿por qué TODAVÍA no ocurrió la diferencia?
Es justamente por eso que estamos movilizando al pueblo de fe, en todo el Planeta, el día 23/9, para reclamarle a Dios nuestros derechos en Cristo Jesús.
Será el día D, día de la diferencia para quien tiene la fe viva en el Dios Vivo.
No es cuestión de merecerlo, sino de fe que justifica y que nos hace merecedores.
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