La vida tiene una forma de presentarnos desafíos. Ya sean problemas familiares, problemas de relación, preocupaciones por el bienestar personal, estrés financiero o batallas espirituales, todos pasamos por momentos difíciles. Estos problemas a menudo parecen insuperables y pueden hacernos sentir derrotados. Pero no son los problemas en sí los que nos definen, sino lo que realmente importa es cómo elegimos reaccionar ante ellos. Entonces, ¿cómo has estado reaccionando?
¿Has respondido…
Enojándote y arremetiendo contra los demás, incluso si no fueron la causa?
¿Ignorando el problema, esperando que desaparezca por sí solo, solo para ver que empeora?
¿Renunciando por completo, convencido de que nada mejorará nunca?
¿Perseverando a pesar de sentirte exhausto, pero aún así incapaz de encontrar una solución?
La Biblia nos recuerda esta resiliencia en Proverbios 24:16: “Porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse”. No importa cuántas veces nos derriben nuestros problemas, tenemos la capacidad de levantarnos de nuevo, más fuertes y decididos que antes.
El mensaje de Proverbios habla al corazón de la resiliencia, una fortaleza que se puede encontrar a través de la fe. Cuando confiamos en Dios, obtenemos la fuerza para enfrentar cualquier desafío, sin importar cuán abrumador parezca. Nuestra fe se convierte en la fuerza impulsora que nos ayuda a superar los obstáculos y encontrar esperanza en los momentos más oscuros.
Cuando confiamos en Dios, nunca estamos solos en nuestras luchas. Como dice Mateo 17:20: “… en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: «Pásate de aquí allá», y se pasará; y nada os será imposible”. Incluso la más mínima cantidad de fe tiene el poder de superar los mayores desafíos. Es un recordatorio de que, sin importar cuán difícil pueda volverse la vida, nuestra fe tiene el poder de transformar nuestras circunstancias.
Este viernes te invitamos a reaccionar ante tu problema uniéndote a nosotros en este poderoso propósito: “13 viernes por la caída de los muros espirituales con la Rosa Consagrada”. Este encuentro es una oportunidad para experimentar la fuerza que surge de la fe y la oración. Juntos, enfrentaremos los muros de nuestra vida, ya sean emocionales, espirituales o físicos, y declararemos que, con la ayuda de Dios, caerán.
Trae tu vieja rosa de regreso y trae una nueva para que sea ungida y bendecida. La rosa simbolizará la presencia del Señor en nuestras vidas y servirá como recordatorio de que ningún mal prevalecerá cuando confiamos en Él.
Evento: 13 viernes por la caída de las murallas espirituales con la Rosa Consagrada
Fecha y hora: Viernes a las 19:30h (también a las 7h, 12h y 16:30h)
Ubicación: En la Iglesia Universal
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