Todo el mundo está feliz con la prosperidad de sus negocios, hay ventas y sus finanzas están bien. Pero, ¿qué sucede cuando todo va mal y no hay señales de cambio?
Incluso en esos momentos, aquellos que están en la fe no se desesperan o se rinden en la lucha. En lugar de eso, ellos superan su ansiedad y creen que en el tiempo de Dios Sus promesas serán cumplidas.
La fe madura lleva a la persona a mantenerse firme, incluso entre las dificultades. Después de todo, sus expectativas y confianza no están en el hombre o en lo material, sino en Dios.
La fe y la confianza en la Palabra de Dios hace enfrentarte a los problemas con alegría, porque tú sabes Quien está contigo luchando tus batallas.
Es en Él y Su Palabra donde debes buscar tu fuerza y basar tu vida y tus decisiones.
Su Palabra dice:
“Con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación. El Señor Dios es mi fortaleza […]” (Habacuc 3:18-19)
Esto significa que, una persona que depende de las fuerzas de Dios, sin importa por lo que esté pasando, ella está bien. Esto se debe a que no están apoyados por sus circunstancias sino por Dios, quien los sostiene.
Incluso cuando vienen palabras, pensamientos o noticias negativas, ellos no se rendirán porque ellos son más fuertes que sus preocupaciones.
La Palabra de Dios genera coraje, fuerza y fe en una persona y nunca regresa a Él vacía (Isaías 55:11).
Si quieres beber de esta Palabra vivificante y recibir dirección para tu vida financiera, participa en las reuniones de la “Prosperidad con Dios” que se llevan a cabo los lunes en la Iglesia Universal Hispana.
Allí aprenderá valiosas herramientas para lograr y mantener la prosperidad financiera. ¡No te lo pierdas!
Evento: Prosperidad con Dios
Fecha y hora: Lunes a las 19:30h (también a las 7:00h, 12:00h y 16:30h)
Ubicación: Iglesia Universal Hispana