Una conciencia tranquila: ¿la tienes?
Sin fe es imposible agradar al Altísimo (Hebreos 11:6) pues es precisamente la fe la que se encarga de guiarnos hacia la obediencia a las Escrituras, otorgándonos una conciencia limpia y tranquila, lejos del pecado. Por el contrario, quienes tienen una fe neutralizada por las acusaciones del diablo, adquieren un espíritu debilitado. Sabiendo esto, el […]