tu vida normal, una vida de obediencia,
El mensaje de hoy es sobre elección. Vida o muerte, la decisión es tuya. En Deuteronomio 28, vas encontrar los resultados de una vida de obediencia a Dios y los resultados de una vida de desobediencia a Él.
Hay dos grupos de personas en este mundo: los que obedecen a Dios y los que no. Pero, por supuesto, Dios no obliga a nadie a obedecerlo; eliges libre e individualmente si lo obedeces.
Tu vida es tuya, sin embargo, recuerda que por cada acción hay una reacción: las buenas acciones traerán buenas reacciones, así como las malas acciones traerán malas reacciones. Incluso sabiendo todo esto, hay algunas personas que esperan dar buenos frutos cuando siembran malas semillas.
“Y sucederá que si obedeces diligentemente al Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios” (Deuteronomio 28:1-2).
Este versículo continúa diciendo que hay 14 bendiciones, sin embargo, hay una condición, ‘si obedeces diligentemente la voz del Señor tu Dios”.
Otra condición ‘SI’ la encontramos en el siguiente versículo, versículo 15:
“Pero sucederá que si no obedeces al Señor tu Dios, guardando todos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán”. (Deuteronomio 28:15)
En total hay 54 maldiciones, la diferencia en el número de maldiciones y bendiciones es abismal, tanto que algunas personas pueden preguntarse si Dios prefiere la maldición a la bendición, pero ese no es el caso. Ese no es el caso EN ABSOLUTO. Dios no quiere que suframos, sino que prefiere advertir a juzgar.
¿Tu vida es un sube y baja? ¿Sientes que cada vez que tratas de reparar algo, se desmorona y te encuentras en un ciclo interminable, haciendo lo mismo una y otra vez?
Puedes estar bajo una maldición, pero Dios no maldice a nadie. Somos nosotros los que nos colocamos bajo una maldición, porque como se mencionó anteriormente, elegimos libremente.
Tu vida hoy es el resultado de las decisiones que tomaste ayer. Acuérdate que cuando vives lejos de Dios, eventualmente, el diablo te quitará la alfombra de debajo de los pies.
Cuando llegues al final de este artículo, volverás a tu vida normal. Pero Dios no quiere que vuelvas a lo mismo. Él ve tu sufrimiento, tanto es así que mientras estás leyendo esto, este es Dios diciendo, ‘¿a dónde vas así?’
Estás en el refugio del Altísimo cuando eres obediente a Dios. Él está estableciendo dos caminos ante ti, pero en última instancia, la decisión es tuya. Elige la vida.
Obispo Alvaro Lima
Deixe um comentário