A los solitarios

ansiedad y necesidad, de ninguna forma, En aquel momento,

macedo-inEspero que mi testimonio sirva de ejemplo para otras chicas a las que, como a mí, les cobran en la iglesia y en casa porque todavía están solteras. 

Fui a la IURD con mi madre a luchar por la familia, pues nuestra vida era un infierno. Fuimos libres, nos bautizamos, en fin, todo cambió.

El tiempo fue pasando y cuando cumplí 30 años me preocupé por estar soltera y comenzaron los reclamos. Me sentía la SOLTERONA. Oraba, hacía propósitos y nada.

Pasé a participar en la Terapia del Amor, sólo que pensé que Dios estaba tardando mucho para atenderme y resolví darle una “ayudita a Dios” (¿cómo puede necesitar una ayudita el Todopoderoso?), pero mi ansiedad y necesidad me hacían pensar así.

Entonces, tuve la “brillante” idea de anunciar mi perfil en la columna del Rinconcito del Corazón. Recibí muchas cartas y la que elegí fue, a mis ojos, la mejor. Él era todo lo que siempre quise, sólo le faltaba la aureola para ser un ángel, mis emociones estaban a flor de piel.

Comenzamos a conocernos, no averigüé a fondo sobre su vida, todo era maravilloso, sólo que con el tiempo me daba señales de que había algo mal, pero yo no quería ver, creía que no importaba. Era el Espíritu Santo diciéndome que era una trampa, pero yo no quería escucharlo.

Tres años después surgió una situación en la que descubrí lo que jamás había imaginado, él estaba casado. El mundo se me vino abajo, me sentí una meretriz, todo terminó allí.

En aquel momento, entendí lo que el Espíritu Santo me había dicho tantas veces. Fue muy difícil dar vuelta la página, pues la vergüenza y el enojo eran muy grandes, pero lo logré.

Resolví cerrar mi corazón para el amor y no creer más en nadie. Cuando alguien se me acercaba era grosera, pues estaba herida. Pasaron unos seis meses, traté mi corazón y todo cambió. Todo el tiempo mi mitad estuvo cerca de mí. Hoy estoy muy bien casada y feliz.

Pero eso sólo fue posible cuando dejé que el Espíritu Santo me guiara. A pesar de conocerlo hacía ya muchos años, actué diferente. Pasé un peine fino en su vida, revisé en todos los rincones de su vida y su familia, y lo probé de todas las formas y, sólo después, nos pusimos de novios. Estamos casados y felices.

Espero que estas líneas sirvan de ejemplo a las solteras. No quiero decir con esto que la columna de la Folha Universal y las personas que allí anuncian no sean de Dios, de ninguna forma.
Es que la Folha Universal no se responsabiliza por la veracidad de la información allí anunciada, o sea, cualquiera puede anunciar. Entonces, es necesario tener cuidado para no caer en el engaño, como un día yo caí.

Espero que haya servido de ejemplo.

¡Gracias!

Tiane – Río de Janeiro

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