¿Disfrazarás a los más pequeños y saldrás a pedir dulces?
¿Verás una película de terror con tus amigos?
¿O te saltarás esta festividad por completo?
A menudo, Halloween se celebra como un día festivo lleno de disfraces, dulces y decoraciones espeluznantes. Pero, ¿hay más de lo que parece? Muchos consideran que Halloween es una celebración inofensiva, solo una oportunidad para que los niños y las familias disfruten de una noche de fantasía y diversión. Sin embargo, sus orígenes y el simbolismo asociado con Halloween sugieren una historia más oscura, que no se alinea con la Palabra de Dios.
Desde la icónica calabaza iluminada con velas hasta las representaciones de brujas, murciélagos y arañas, cada símbolo tiene una historia arraigada en la tradición. Se creía que la calabaza encendida o Jack-O-Lantern alejaba a los malos espíritus. Los druidas, sacerdotes paganos, iban de puerta en puerta exigiendo una ofrenda para los espíritus de los muertos. Las familias que se negaban eran amenazadas con el sacrificio de un niño, lo que dio origen a la tradición del “truco o trato”. A cambio de la víctima, dejaban una calabaza para proteger la casa. Esta costumbre de colocar calabazas talladas en la entrada comenzó como un medio para alejar a los espíritus dañinos.
Otros símbolos de Halloween, como los murciélagos, representan la oscuridad, las brujas evocan imágenes de brujería y el color púrpura, en este contexto significa la conexión entre la vida y la muerte. La palabra “Halloween” en sí proviene de “All Hallows’ Eve” (Víspera de Todos los Santos), lo que resalta la asociación de la festividad con el mundo espiritual.
Halloween se originó como un festival pagano llamado “Samhain”, celebrado por los druidas y celtas de Irlanda y Gran Bretaña. Los inmigrantes irlandeses y escoceses trajeron versiones de esta tradición a América del Norte en el siglo XIX. En las Islas Británicas, el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) se conocía como “All Hallows” como un día para honrar a los cristianos muertos. Como Samhain se celebraba la noche anterior a Todos los Santos, se lo conocía como “Vestido de Todos los Santos” o simplemente “Hallow E’en”. Con el tiempo, esto evolucionó a “Halloween” como hoy lo conocemos.
Debido a la similitud de los nombres y la fecha, algunos consideran erróneamente que Halloween es una fiesta cristiana. Esta idea errónea ha permitido que las festividades de Halloween ingresen incluso a algunas iglesias, a pesar de sus orígenes paganos.
Para quienes practican el satanismo o la brujería, Halloween no es un evento trivial; es una de sus ceremonias más solemnes del año. El 31 de octubre, conocido como “Samhain” o “El Señor de la Muerte”, era una noche de terror. Samhain, también conocido como “La Fiesta de los Muertos”, se creía que era un momento en el que los muertos podían regresar a la tierra de los vivos para celebrar con su familia, tribu o clan. También significaba el final del verano.
¿Cuáles son las implicaciones físicas y espirituales de Halloween?
Implicaciones físicas: La costumbre de pedir dulces ha dado lugar a denuncias de comportamiento antisocial y vandalismo, que inundan los departamentos de policía cada año. Muchas personas mayores, en particular, afirman sentirse temerosas o incluso amenazadas por los visitantes de Halloween. Los datos de Churchill Car Insurance también destacan un mayor riesgo de accidentes de tráfico en Halloween, con un aumento del 75% en los incidentes en comparación con otros días de octubre, y 49 niños involucrados en accidentes en esta noche.
Implicaciones espirituales: La tradición de ofrecer dulces, fruta o dinero en Halloween se remonta a las prácticas druidas, donde la gente daba “dulces” como ofrendas para los espíritus de los muertos. Participar en esta práctica puede considerarse como hacer ofrendas a los espíritus. La Biblia advierte contra tales prácticas: “ No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.”(1 Corintios 10:20-21).
¿Cómo pasarás Halloween?
La decisión es completamente tuya; incluso Dios respeta tu libertad de elección. Si entiendes la historia y el simbolismo de Halloween, podrás tomar una decisión más informada sobre si participar o no. Tu vida es tuya y solo tú puedes decidir qué es beneficioso o perjudicial para ti y tu familia.
Pero recuerda, ¡nunca puedes decir que no te dijeron la verdad!
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